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Realmente me abrumáis con vuestro cariño. No tengo letras, y el silencio ha tomado la palabra. Coguta, Junco, Amapola, ADL, Carnizuelo; en fin, todo el mundo Gracias por vuestras letras.
LLOBET: de pequeño me quedaba absorto, atontado, escuchando las historias que mi tío Ángel me contaba alrededor de una lumbre. Ya hablé de su bondad. La bondad es la filosofía de ser; la que más sabe, la que más enseña. Por aquí hay mucha bondad y yo, falsa modestia al margen, quiero seguir aprendiendo.
Precisamente hoy, casualidad llaman los tontos al destino, tengo a mi izquierda el libro XIII, de la Ética a Nicómaco, de un tal Aristóteles. Lo tengo abierto por la página cinco. Dice: “Después de esto podríamos continuar tratando de la amistad: es, en efecto, una virtud, o va acompañada de virtud, y, además, es lo más necesario para la vida. Sin amigos nadie querría vivir, aun cuando poseyera todos los demás bienes…” La amistad, decía él, es el término medio entre la adulación y la envidia. Percibo que me aprecias; es mutuo. ¿Te das cuenta, amigo, que es de lo poco que no nos imponen? Un abrazo a todos. PC
LLOBET: de pequeño me quedaba absorto, atontado, escuchando las historias que mi tío Ángel me contaba alrededor de una lumbre. Ya hablé de su bondad. La bondad es la filosofía de ser; la que más sabe, la que más enseña. Por aquí hay mucha bondad y yo, falsa modestia al margen, quiero seguir aprendiendo.
Precisamente hoy, casualidad llaman los tontos al destino, tengo a mi izquierda el libro XIII, de la Ética a Nicómaco, de un tal Aristóteles. Lo tengo abierto por la página cinco. Dice: “Después de esto podríamos continuar tratando de la amistad: es, en efecto, una virtud, o va acompañada de virtud, y, además, es lo más necesario para la vida. Sin amigos nadie querría vivir, aun cuando poseyera todos los demás bienes…” La amistad, decía él, es el término medio entre la adulación y la envidia. Percibo que me aprecias; es mutuo. ¿Te das cuenta, amigo, que es de lo poco que no nos imponen? Un abrazo a todos. PC