María José, hermosa, hacía tiempo que no se te veía por aquí. Se echa de menos tu ternura y sensibilidad. Yo no te conozco físicamente, pero ya me habló mi hermanita de ti. Admiro el cariño con el que hablas del pueblo y, sobre todo, la sencillez y el amor que se percibe en cada una de tus palabras. Fue una pena no verte este verano, me hubiese hecho ilusión. Otra vez será, al fin y al cabo Roma está aquí al lado. Besos. PC