Vamos a ver, Carnizuelo. He leído a Cervatilla y Coral y me estaba espatarrando de risa. De pronto, así como sin darme cuenta, apareces tú y me cuentas lo de la moto de Piliche y la sentencia de Juan Gilete. No te puedo decir lo que me ha pasado, porque sería el hazmerreir de este foro. Creo que hacía años que no me meaba de risa. Me ha da’o un doló aquí en el costao y me tenio que tomá dos aspirinas melitares (de esas que se le dan a las bestias p’a amoñarlas) y otras dos de vitamina “C” p’a el resfriao. Lo vuestro es que no es normá. Y lo tuyo, creo que es la historia más impresionante que s’a escrito en este foto. ¡DE PREMIO! Por vosotras, soy cap’a de salí en pelotas en el foro, aunque me saquen en los papeles, que ya no hay joriños. Sólo de imaginarme a Piliche dando vueltas en la moto por el pueblo, me estiranco como un perro. Eso sí. ¡A VALENCIA Y A SANTA MARINA HAY QUE CAERLEs TEMPRANO! – Pura filosofía. Un abrazo para mis reinas. PC
