"GAMUSINOS"
...
. Una noche más los chicos estaban reunidos, las chicas seguían con sus secretitos al oído, pasando un poco del grupo y de los planes que tenían los chicos. Sin decirse nada, todos sabían que había llegado el momento, la noche era perfecta para cazar "gamusinos".
Cuando conversaban, y sin darle importancia el "Legaña" comenta.
-Hoy mi padre ha visto un grupo de "gamusinos" por las Siete Cuevas, y mañana irá con sus amigos a cazarlos.
- ¡Qué suerte! ¡Cómo me gustaría ir con ellos! -comentó el "Viruta".
-Por mí de acuerdo, pero somos muchos y se podrían asustar y huir -dijo el "Legaña" con la voz natural i convincente.
-A mí no me importa no ir -dijo el "Pelao" pero sin comerlos no me quedo.
- ¡Está bien! -siguió el "Legaña dirigiendo la situación- ¡Qué levanten la mano los que quieran ir.
Casi todos lo hicieron alborozados, y entre ellos, el ingenuo "Butragueño" que era todo oídos, nada le gustaría más que ir con el "Legaña" de caza. Se contenía las ganas de pedirles que por favor lo llevaran.
El "Legaña" mirando al forastero y con voz de de lástima le dijo:
-Lo siento mucho, pero tú no conoces a los "gamusinos, así que no podrás acompañarnos.
- ¡Un momento! -exclamó uno, como si hubiera tenido la mejor idea del mundo-. Nosotros los podemos cazar, los metemos en un saco y el vigilará para que no se escapen.
A todos les pareció bien la idea, ultimaron detalles y se adentraron en el camino que les llevaba a la dehesa.
-Yo creo que he visto uno por ahí -indicó el "Morritos".
- ¡Eh chicos! ¡Parad! -ordenó el "Legaña"- este es buen sitio, nosotros nos iremos a buscar los gamusinos y tú, "Buitre", coge el saco y no te muevas de aquí por nada del mundo, si tardamos un poco no te preocupes, pues estos bichos son muy escurridizos y no se dejan atrapar.
El chico se quedó solo, las voces de los compañeros se escuchaban cada vez más lejanas, sólo se oía el canto de los grillos y el croar de las ranas, pero...
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. Una noche más los chicos estaban reunidos, las chicas seguían con sus secretitos al oído, pasando un poco del grupo y de los planes que tenían los chicos. Sin decirse nada, todos sabían que había llegado el momento, la noche era perfecta para cazar "gamusinos".
Cuando conversaban, y sin darle importancia el "Legaña" comenta.
-Hoy mi padre ha visto un grupo de "gamusinos" por las Siete Cuevas, y mañana irá con sus amigos a cazarlos.
- ¡Qué suerte! ¡Cómo me gustaría ir con ellos! -comentó el "Viruta".
-Por mí de acuerdo, pero somos muchos y se podrían asustar y huir -dijo el "Legaña" con la voz natural i convincente.
-A mí no me importa no ir -dijo el "Pelao" pero sin comerlos no me quedo.
- ¡Está bien! -siguió el "Legaña dirigiendo la situación- ¡Qué levanten la mano los que quieran ir.
Casi todos lo hicieron alborozados, y entre ellos, el ingenuo "Butragueño" que era todo oídos, nada le gustaría más que ir con el "Legaña" de caza. Se contenía las ganas de pedirles que por favor lo llevaran.
El "Legaña" mirando al forastero y con voz de de lástima le dijo:
-Lo siento mucho, pero tú no conoces a los "gamusinos, así que no podrás acompañarnos.
- ¡Un momento! -exclamó uno, como si hubiera tenido la mejor idea del mundo-. Nosotros los podemos cazar, los metemos en un saco y el vigilará para que no se escapen.
A todos les pareció bien la idea, ultimaron detalles y se adentraron en el camino que les llevaba a la dehesa.
-Yo creo que he visto uno por ahí -indicó el "Morritos".
- ¡Eh chicos! ¡Parad! -ordenó el "Legaña"- este es buen sitio, nosotros nos iremos a buscar los gamusinos y tú, "Buitre", coge el saco y no te muevas de aquí por nada del mundo, si tardamos un poco no te preocupes, pues estos bichos son muy escurridizos y no se dejan atrapar.
El chico se quedó solo, las voces de los compañeros se escuchaban cada vez más lejanas, sólo se oía el canto de los grillos y el croar de las ranas, pero...