Hola, Pilar y Luisa. Aquí os mando otro poema muy vigente en este mundo donde hemos entronizado el "becerro de oro", que es el dinero al que todo el mundo adora como si fuera un dios en una funesta idolatria y ante el cual mucha gente se arrodilla y se humilla... Con él todo se compra y por él todo se vende. Espero que os guste. Saludos cordiales y amistosos de
Wenceslao Mohedas Ramos
Jaraicejo (Cáceres)
CREMATOLATRÍA (culto al dinero) (*)
Ya no sube el que sabe, sí el que engaña
en un mundo, ya inmundo sumidero
donde el único dios es el dinero
con que escala el más cuco la cucaña.
Yo no sé con qué hechizo o artimaña
ha extendido su culto al mundo entero
este dios insaciable y milagrero
que, en su red nos atrapa tal araña.
Empresarios, banqueros, mercaderes...,
lo veneran con culto vitalicio
porque suban su bolsa y sus haberes.
Y, en sus sucios negocios, no hay resquicio
para el sacro cultivo de saberes
por el bajo interés y el sacrificio.
(*) Este soneto, junto a otros seis, obtuvieron el primer premio en un certamen literario del distrito de Horta-Guinardó de Barcelona.
Wenceslao Mohedas Ramos
Jaraicejo (Cáceres)
CREMATOLATRÍA (culto al dinero) (*)
Ya no sube el que sabe, sí el que engaña
en un mundo, ya inmundo sumidero
donde el único dios es el dinero
con que escala el más cuco la cucaña.
Yo no sé con qué hechizo o artimaña
ha extendido su culto al mundo entero
este dios insaciable y milagrero
que, en su red nos atrapa tal araña.
Empresarios, banqueros, mercaderes...,
lo veneran con culto vitalicio
porque suban su bolsa y sus haberes.
Y, en sus sucios negocios, no hay resquicio
para el sacro cultivo de saberes
por el bajo interés y el sacrificio.
(*) Este soneto, junto a otros seis, obtuvieron el primer premio en un certamen literario del distrito de Horta-Guinardó de Barcelona.