Fuente de la
Amapola
Donde iban las lavanderas
A cuestas con sus tristezas
Y pesados cestos de ropa
Encima de sus cabezas
Lavanderas de mi infancia
Y de mi
juventud primera
Para tan poca ganancia
Que vida tan dura era
El cesto grande, muy grande
Pocas, muy pocas las fuerzas
Largo, muy largo el viaje
Flojas, muy flojas las piernas
Y a ti, querida, Eufrasia,
Lavandera fiel de mi
casa
Sencilla, laboriosa, necesaria
Mi reconocimiento y estima
A ti, y a todas las lavanderas
Lavanderas
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