De un Montanchego, el TITI, a
Montánchez;o se hace algo por el
pueblo o cada día la gente irá menos , pues se están perdiendo algunas de las
costumbres más arraigadas. Tanto los turistas como los emigrantes necesitamos más alicientes para volver a menudo a nuestro pueblo y disfrutar de sus
fiestas, su gente, su gastronomía y su alegria.
La escasa participación en los festejos, el pasotismo de los jovenes(que durante generaciones han amimado el cotarro en el pueblo), la desgana de las autoridades
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