Buenos días, yo he tenido el placer de vivir en este alegre pueblo más de cinco años por los 60 y 70. Tuve posada en el "Parador", Miami y El Volante en los que pasábamos agradables momentos de los que me quedan tan sólo buenos recuerdos y un puñado de fotografías que aquí tengo publicadas. A partir de mi marcha he regresado en varias ocasiones para echar un vistazo al pueblo, pasear por sus calles y tomar algún refrigerio. Me agrada volver a Moraleja que tan bien me acogió en el 67 y que posiblemente visitaré próximamente, ¡cómo pasa el tiempo,...! Me vienen ahora a la memoria los paseos nocturnos que hacíamos hasta la Ermita de la Vega o por el otro extremo a la aceitera de Olsigasa (hoy tristemente recordada), sentándonos en el puente de la carretera y cómo no: los bailes de Venturina y Paco-Pista en verano, las veladas en el bar Los Farolesc con su dueño siempre dispuesto a atender su numerosa clientelela, en fin, y montón de cosas más