Posee dos
fachadas renacentistas de estilo plateresco, la principal es obra de Juan de
Álava, que la terminó en 1558. Le faltan las
estatuas, que nunca llegaron a esculpirse. Probablemente la obra fuera iniciada por Juan de Álava y terminada por Gil de Hontañón, quien realizó el cuerpo superior, las cresterías y las agujas.
La otra
fachada está datada entre 1538 y 1548 y es atribuida tradicionalmente a Diego de Siloé.