Cuando el cabildo decidió construir la
Catedral Nueva a finales del siglo XV, quedaron destruidos el primitivo crucero, el
ábside y las
capillas adyacentes, pero podemos admirar el
claustro recoleto y la sala capitular o
capilla de S. Pablo, síntesis maravillosa y atrevida de estilos en la que se funde el
románico con el
gótico bajo la inspiraciï ¿½n bizantina de su cï ¿½pula y su
torre gallonada, conocida popularmente como la "torre del Melón". De esta influencia podemos encontrar otras tres
torres en el Oeste de
España. La primera en la capital de
Zamora, en
Toro y en
Salamanca, conocida
Portada plateresca. Catedral Nueva. S. XVI como la "torre del gallo". En 1948, el obispo D. Gutierrez Ávarez de
Toledo (hijo de los primeros Duques de Alba) comenzada la construcción de la Catedral Nueva donde trabajaron los más acreditados arquitectos de la época: Enrique Egas a finales del siglo XV y ya en el XVI Juan de
Álava, Francisco de Colonia, Alonso de Covarrubias, Pedro de Ibarra, Rodrigo Gil de Ontalbán y Diego de Siloe. Bellísimo ejemplo de la
arquitectura religiosa-renacentista, en la que destacan sus
columnas, que al carecer de los
capiteles, los nervios arrancan desde la basa y se abren a una cierta altura en forma de
palmera. Entre las obras más importantes de la Catedral están el
retablo Mayor, de composición mixta, con pinturas de Rizzi, y en imaginería la última obra de Gregorio Fernández. A la derecha del retablo Mayor destaca la portada plateresca de la sacristía, obra de Juan de Álva, y en la izquierda el suntuoso enterramiento de D. Pedro Ponce de
León, realizado por Mateo de Villaviciosa en alabastro.