A la hora de visitar
Plasencia, te deberás centrar en su
centro histórico, pues los principales
monumentos y
rincones se ubican dentro de lo que queda del antiguo recinto
amurallado. La ciudad se extiende a partir de su céntrica
plaza Mayor, y en tu
paseo por sus estrechas
calles verás numerosos
edificios palaciegos,
iglesias y antiguos
conventos.
Murallas de Plasencia: De la original fortificación de finales del siglo XII y principios del XIII, ahora quedan algunos tramos y
puertas. Así, de los 75 cubos que llegó a tener la
muralla, aún puedes ver 20, así como las puertas del Sol, Trujillo, Berrozana y la
Torre Lucía. En la
puerta de Trujillo,
rincón que no debes de dejar de ver, se encuentra la
Ermita de la Salud, con una
bóveda de cañón, y en la Torre Lucía se ubica el Centro de Interpretación de la Ciudad
Medieval de Plasencia. Plaza Mayor de Plasencia: La plaza Mayor es el centro de la vida de Plasencia. Siempre con un gran ambiente, en ellas verás las
terrazas de los
bares situados en las galerías porticadas que se extienden por buena parte de la plaza. El
edificio más destacado es el del
ayuntamiento, del siglo XVI con estilo de transición del
gótico al renacentista, el cual está culminado por una torre de
reloj donde podrás ver a la figura del Abuelo Mayorga, un icono popular de Plasencia.