Esta curiosa figura en lo alto del
ayuntamiento se ha convertido prácticamente en un símbolo de la ciudad de
Plasencia. En realidad la figura que vemos hoy en día no es la original, ya que han existido distintas versiones a lo largo de la
historia. Su origen no está del todo claro, aunque se cree que la primera se puso allá por el siglo XV. Entre los factores que influenciaron la decadencia, pudo haber sido relevante la expulsión de los moriscos, decretada en 1609 por Felipe III de
España, que provocó la salida de Plasencia de mucha gente, que vivía sobre todo extramuros. 31 Las guerras de los siglos XVII y XVIII también tuvieron un impacto muy negativo, principalmente la sublevación de
Portugal contra el rey español, que dio origen a la Guerra de Restauración portuguesa entre 1640 y 1668, y a la Guerra de Sucesión Española entre 1702 y 1714. Durante esta última, la ciudad fue palco de luchas entre los dos pretendientes al trono español, Felipe V de España y el Archiduque de
Austria que ascendería al trono austríaco como Carlos VI del Sacro Imperio
Romano Germánico. La participación de Plasencia fue importante, teniendo las tropas internacionales de Carlos ocupada la ciudad en 1706. El esfuerzo exigido para atender las necesidades del
ejército, como
alojamiento, fornecimiento de reclutas y animales de carga, alimentación para soldados y animales, entre otras, tuvo un efecto muy negativo en la escuálida economía local.