Durante la Restauración Borbónica, el período histórico que va desde el pronunciamiento del general Arsenio Martínez-
Campos en 1874, que derribó la Primera República, hasta la proclamación de la Segunda República en 1931, la vida política en
Plasencia tendió a la monotonía, no obstante se asistió a un desenvolvimiento importante de la vida social, economía, urbanismo, educación, cultura, etc. En lo que toca al urbanismo, se ejecutaron obras de largo plazo, como nuevas
vías,
plazas y espacios verdes. A fin de mejorar la atmósfera viciada del espacio intramuros, la
muralla fue abierta en varios puntos. Fueron construidos el
Colegio de
San Calixto para huérfanos masculinos y el Colegio de San José para huérfanas, ambos de carácter benemérito, un nuevo seminario junto a la
Plaza de la
Catedral, y la actual
plaza de toros, inaugurada en 1882. Mas la obra de mayor alcance socio-económico fue la llegada del ferrocarril, con las líneas
Madrid-Lisboa y Plasencia-Astorga, que rompió el aislamiento histórico de la región aumentando el número de viajantes e intensificando el intercambio comercial y el transporte de mercancías y
ganado. En torno a la nueva
estación de ferrocarril de la ciudad se construyó un
barrio industrial.