Bajando desde la
Plaza Mayor de
Plasencia llegamos hasta una de las
puertas que tiene la
muralla que rodea todo el
casco antiguo, la
puerta que da nombre a la
calle por la que nos encontramos esta
ermita: la Puerta de Trujillo.
Esta entrada a la ciudad
monumental de Plasencia es bastante curiosa y muy reconocible por la
bóveda que forman los
arcos de medio punto. Aquí se levanta una pequeña ermita barroca del siglo XVIII, la ermita de la Salud, construida en 1721 aprovechando dos
torreones que formaban parte de la muralla de Plasencia.
La ermita de la
Virgen de la Salud se encuentra en la Puerta de Trujillo, conocida como Cañón de la Salud en la ciudad, que es el nombre que se daba a estos arcos de medio punto.
Esta pequeña ermita hermosamente decorada de estilo barroco, actualmente protagoniza uno de los ramos,
romerías, más populares de la ciudad del Jerte.
La
fachada exterior de la ermita de la Salud fue restaurada por el
ayuntamiento de Plasencia en 1999. De la construcción originaria de la ermita aún se conserva justo encima de uno de los arcos de medio punto el
escudo de los Reyes Católicos y una pequeña inscripción que cuenta los acontecimientos producidos en Plasencia durante el 1488 que fue cuando las tropas de los Reyes Católicos tomaron la ciudad.
La ermita quedó terminada en 1723 como reza una inscripción esgrafiada que hay en la fachada. Luce una
cúpula con
adornos dorados y unos cuadros ovalados con los cuatro Evangelistas en cada uno de los los cuatro ángulos de la
Iglesia.
La ermita tiene dos sacristías, la de la izquierda; que es un minimuseo por la cantidad de cuadros que tiene, algunos copias y alguno de la
escuela de Murillo. Y la de la derecha, conocida como la de los
faroles. En ella también hay cuadros y una gran
cruz de cristales de
colores haciendo
juego con los faroles, que salían abriendo el Rosario de la Aurora.
Los primeros documentos escritos, que se encuentran en el archivo del
Santuario de la Salud, datan del año 1624. Los vecinos de la calle de Trujillo y Ancha se reunían para nombrar a las personas responsables, que iban a organizar las
fiestas anuales en honor de Nuestra Señora y de recoger las limosnas para sufragar los gastos de las fiestas y de la celebración en los domingos y días de festivos, de la
santa Misa, en la pequeña, primitiva y antiquísima
capilla.
En la actualidad, únicamente es visitable en la época del ramo y novena a la virgen de la Salud (finales de septiembre y primeros de octubre). La
tradición se sigue cumpliendo con gran afluencia de público.
Por un lado los días previos y de la novena, el limosnero de la cofradía acompañado por un tamborilero va por las
calles del centro anunciando la novena y pidiendo limosna. Además la cofradía mantiene la rifa de “un hermoso
cerdo de 15 arrobas” que se compran por papeletas en los bajos del cañón durante las tardes. Pero desde la cofradía nos decían que “hace muchos años que nadie pide el cerdo, sino su valor. Cómo un año lo pidan no sé que vamos a hacer”.
En este aspecto nos detenemos, porque incluso debajo de los arcos del cañón se pueden ver todavía las cochineras que albergaban este cerdo del sorteo que se remonta a siglos atrás.
La virgen de la Salud llegó incluso a disputar en el siglo XVI y XVII el patronazgo de la ciudad a la Virgen del
Puerto, si bien finalmente fue la Canchalera la advocación que se hizo patrona de la ciudad del Jerte.