Casa solariega de los siglos XVI y XVII que presente un potente zócalo almohadillado, que continúa en el
juego de las dovelas de la
portada, cuya clave ofrece un mascarón de gusto manierista, compuesto con ramas y hojas de parra en los extremos y dos pequeñas lagartijas en su frente.
Su nombre proviene de haber sido la casa de Pedro Fernández Manrique de Lara y Solís y de su mujer Leonor de las Infantas.