Hola Pedro y resto de paisanos:
Hoy he leido tu segundo mensaje y he vuelto a correr por las calles del pueblo, con la sandia pelada en la mano camino del colegio de tu padre.
De casi todo lo que refieres en tu mensaje, tengo constancia. De algunas más rescuerdos que de otras. No he olvidado la tragica muerte de Adolfo, un chico muy querido en el pueblo y que su muerte fué sentida por todo el pueblo y por cada casa, como si de un familiar se tratara.
De la romeria de la virgen de La Argamasa, tengo buenos recuerdos y uno no tan bueno pues, un año, no recuerdo cual, creo que era mayordomo tio Benito, el padre de Jacinto, gran amigo mio y nos pasamos un poco bebiendo vino y lo pasé fatal. Unos mareos y unos vomitos de miedo.
Del tamboril del tio Tomás, tambien tengo recuerdos y cuando salian los mozos con D. Mariano a pedir el ofertorio por las casas y de las mozas bailando y caminando con las cuartillas o media fanegas (medidas de grano) a la cabeza a la sombra de la pared de la casa de la Nela, frente a la iglesia.
Del acordeón que más me acuerdo es el de Luciano. Era un fenomeno tacando el acordeón. Le recuerdo en mi casa tocando con su maestro, un tal Piru de Coria, otro fenomeno.
No puedo olvidar a tio Tomás el Tamborilero y a Teodoro el Barbero, mi vecino, que fué su sucesor en el manejo del tambor y la flauta. Recuerdo los dias de fiesta tocando el himno nacional, en misa en el momento de la consagración, que se mezclaba con la señal que daba el sacristan desde el coro con el esquilón al monaguillo que estaba en la torre, para que este a la vez, tocara las campanadas con la campana gorda y el tintineo de la campanilla movida por el monaguillo de turno.
Os dejo, seguiremos. Les pido a todos los que nos leen, que sigamos el camino que nos ha trazado Pedro.
Un saludo. Máximo
Hoy he leido tu segundo mensaje y he vuelto a correr por las calles del pueblo, con la sandia pelada en la mano camino del colegio de tu padre.
De casi todo lo que refieres en tu mensaje, tengo constancia. De algunas más rescuerdos que de otras. No he olvidado la tragica muerte de Adolfo, un chico muy querido en el pueblo y que su muerte fué sentida por todo el pueblo y por cada casa, como si de un familiar se tratara.
De la romeria de la virgen de La Argamasa, tengo buenos recuerdos y uno no tan bueno pues, un año, no recuerdo cual, creo que era mayordomo tio Benito, el padre de Jacinto, gran amigo mio y nos pasamos un poco bebiendo vino y lo pasé fatal. Unos mareos y unos vomitos de miedo.
Del tamboril del tio Tomás, tambien tengo recuerdos y cuando salian los mozos con D. Mariano a pedir el ofertorio por las casas y de las mozas bailando y caminando con las cuartillas o media fanegas (medidas de grano) a la cabeza a la sombra de la pared de la casa de la Nela, frente a la iglesia.
Del acordeón que más me acuerdo es el de Luciano. Era un fenomeno tacando el acordeón. Le recuerdo en mi casa tocando con su maestro, un tal Piru de Coria, otro fenomeno.
No puedo olvidar a tio Tomás el Tamborilero y a Teodoro el Barbero, mi vecino, que fué su sucesor en el manejo del tambor y la flauta. Recuerdo los dias de fiesta tocando el himno nacional, en misa en el momento de la consagración, que se mezclaba con la señal que daba el sacristan desde el coro con el esquilón al monaguillo que estaba en la torre, para que este a la vez, tocara las campanadas con la campana gorda y el tintineo de la campanilla movida por el monaguillo de turno.
Os dejo, seguiremos. Les pido a todos los que nos leen, que sigamos el camino que nos ha trazado Pedro.
Un saludo. Máximo