RIOLOBOS: UN VERANO DE HACE 60 AÑOS…. O MAS....

UN VERANO DE HACE 60 AÑOS…. O MAS.

Tenia escrito éste recuerdo antes del verano, pero se ha pasado. Enviandole hoy, llego a tiempo para la próxima siega.

LA SIEGA.-
Llegado el mes de Junio, cuando las primeras “cebás” ya están secas, los “segaores”, descolgaban los “jocinos” de las “trojes” ó de las cuadras, preparaban sus mandiles, manguitos y dediles y aparejando con la albarda su caballo, mulo ó burro, haciendo acopio del “bálago”, para hacer los “vencejos” para atar los “jacis”, marchaban a la siega. Antes las mujeres habían preparado la comida. Normalmente no faltaban “los cuernos”, llenos de aceite y vinagre, para el gazpacho, la”cuerna”, con aceitunas de la tierra, el “barril” con agua fresca, la ”cuenca” de madera para hacer el gazpacho, a veces ya con alguna “laña” y por descontado la “chacina” y el pan.
Salían al clarear el día para aprovechar “la fresca”. Luego de caminar, a veces media legua ó mas, llegaban al “tajo”. Si había alguna clase de árboles, dejaban el “jato” a la sombra, desaparejaban las bestias, tapaban el barril con la albarda, para mantener el agua fresca, ataban el animal donde tuviera buena “yerba”, se colocaban sus manguitos, delantal y dediles y a la faena.
Cada uno se llevaba por delante tres “surcos”, una vez segaba a su derecha, otra al medio y otra a la izquierda. Cuando llevaba segado dos o tres “golpes”, con varias pajas hacia una “manilla” ó “maná,”que con mucha habilidad hacían descansar en el brazo izquierdo y seguía segando, sin dejar la” manilla” en el suelo, hasta que hacia una segunda y ya la depositaba en el suelo, donde el resto de los compañeros hacían lo mismo, logrando con ello una “gavilla”.
Así, surco arriba, surco abajo. Hora tras hora y día tras día.
Durante la mañana se habían hecho varios descansos, para echar un cigarro. Recuerdo que al fumar, tenían suma precaución para no provocar un incendio, colocando la mano izquierda, haciendo de cenicero y apagaban la colilla con saliva.
Y llegaba la comida. Se preparaba el gazpacho, se cortaba un trozo de pan, se colocaba la “chacina” encima del pan, y con la navaja, trozo va y trozo viene, hasta darle fin.
Una vez terminada la comida, se daba una cabezada y otra vez al tajo.
Según lo segado durante el día, y una vez calculado el tiempo que emplearan en atar lo segado, dejaban el “jocino”, cojian el “bálago”, que tenían tapado para mantener la humedad, hacían los “vencejos”, se los colocaban en el cinturón y a hacer los “jacis”. Cogian una “gavilla” y pasando el “vencejo” por debajo, iban a recoger la siguiente y con varias hacían un “jaci”. Una vez atado todo lo segado durante el día, lo juntaban en “jacinas”, repartidas estratégicamente por "la suerti", hasta la hora del “acarreo”, que en otro momento intentaré describir, según mis ya lejanos recuerdos.
Un saludo.- Máximo.