UN VERANO DE HACE 60 AÑOS…. O MAS.
IV.- LA RECOGIDA DEL GRANO Y LA PAJA.
En el anterior capitulo dejamos el grano y la paja amontonada, dejando espacio libre para “tender” la próxima parva.
El grano, recién limpio, hecho un montón alargado, llamado “pez”, se cogia con la criba adecuada, y se cribaba encima de las mantas traperas. Una vez, todo cribado, se procedía con la “cuartilla ó la “media fanega” (eran cajones rectangulares con la boca en forma de cuña, que facilitaban el vertido del grano en los “costales” y eran de capacidades normalizadas) a llenar los costales.
Siempre quedaba algo de grano por los alrededores de las mantas, al llenar los “costales”. Pero allí nada se desperdiciaba. Se barría todo a fondo y con el harnero, (criba de malla muy fina), y una maestría que los mayores dominaban, dejaban caer la tierra al suelo, la broza la juntaban en un extremo del harnero, que luego sacaban, y quedaba el grano completamente limpio.
Estas faenas, habían agotado el día, por lo que llevarlo a las casas, a veces se hacia ya de noche, con el consiguiente enfado de los mozos, que veían que esta faena, acortaba la tertulia con los amigos ó restaba el tiempo de ver a la novia.
El trigo, cebada u otro grano, de los costales, se vaciaban en las”trojis”. El trigo normalmente se dividía en tres partes: Una para simiente, otra para molienda y hacer pan y el sobrante se entregaba al Servicio Nacional del trigo.
La cebada, avena y otros granos, tenían finales distintos, ya que, además de guardar para simiente, alimentaban animales y se vendían al objeto de sacar alguna “perra”, para comprar,”formones”, “vertederas”, arados o algún animal que hiciera falta en la casa.
El grano, ya lo tenemos a buen recaudo. Ahora vamos a por la paja.
Además de llevar el trigo a las “trojis”, se adaptaban los carros para llevar la paja a los pajales. Se colocaban unas redes, unas de cuerdas y otras de alambre, haciendo bolsas laterales para agrandar la capacidad del carro. Se subía, normalmente un niño, al carro a pisar la paja y un mayor con la “liendra”, iba llenando el carro. Se colocaba una manta trapera en la parte trasera del carro, para facilitar el vaciado una vez llegado al pajar.
Los pajales, normalmente estaban en la parte trasera de las casas, es decir en la parte que daba a las callejas. Los había en planta baja y otros en planta alta, encima de las cuadras. Este era mi caso. Esto último dificultaba mucho el llenado del pajar, ya que la paja que el que manejaba la “liendra”, llegaba a la boca de la “pitera”, había que retirarla, para dejar espacio a la siguiente. Y todo esto de “cuquillas”, porque la altura era muy reducida.
Vuelta a la era a repetir el viaje, así hasta agotar la paja o llenar el pajar.
Agotados todas las “jacinas”, de los diferentes granos que, se habían acumulado en las eras, una vez, trilladas, limpias y en las casas, se procedía a la recogida de las “enrramas”, “polleros”, pollos, (ya con dos meses, si el milano no se los había comido) “jorcas”, “liendros”, palas de madera…etc. y dar el último repaso al poco grano que pudiera haber quedado, para los cerdos.
Con estos trabajos, creo que finalizamos las tareas más importantes que llevaban consigo un VERANO DE HACE 60 AÑOS…O MÁS.
He tratado de explicarlo lo mejor que he podido y siempre bajo mis recuerdos.
Soy consciente que, cualquiera de mi edad, conocedor del tema, lo hubiera descrito bastante mejor. Solo he pretendido, describir algo ya olvidado y si he conseguido con ello, traeros buenos recuerdos, ya me doy por satisfecho.
Un saludo.- Máximo.
IV.- LA RECOGIDA DEL GRANO Y LA PAJA.
En el anterior capitulo dejamos el grano y la paja amontonada, dejando espacio libre para “tender” la próxima parva.
El grano, recién limpio, hecho un montón alargado, llamado “pez”, se cogia con la criba adecuada, y se cribaba encima de las mantas traperas. Una vez, todo cribado, se procedía con la “cuartilla ó la “media fanega” (eran cajones rectangulares con la boca en forma de cuña, que facilitaban el vertido del grano en los “costales” y eran de capacidades normalizadas) a llenar los costales.
Siempre quedaba algo de grano por los alrededores de las mantas, al llenar los “costales”. Pero allí nada se desperdiciaba. Se barría todo a fondo y con el harnero, (criba de malla muy fina), y una maestría que los mayores dominaban, dejaban caer la tierra al suelo, la broza la juntaban en un extremo del harnero, que luego sacaban, y quedaba el grano completamente limpio.
Estas faenas, habían agotado el día, por lo que llevarlo a las casas, a veces se hacia ya de noche, con el consiguiente enfado de los mozos, que veían que esta faena, acortaba la tertulia con los amigos ó restaba el tiempo de ver a la novia.
El trigo, cebada u otro grano, de los costales, se vaciaban en las”trojis”. El trigo normalmente se dividía en tres partes: Una para simiente, otra para molienda y hacer pan y el sobrante se entregaba al Servicio Nacional del trigo.
La cebada, avena y otros granos, tenían finales distintos, ya que, además de guardar para simiente, alimentaban animales y se vendían al objeto de sacar alguna “perra”, para comprar,”formones”, “vertederas”, arados o algún animal que hiciera falta en la casa.
El grano, ya lo tenemos a buen recaudo. Ahora vamos a por la paja.
Además de llevar el trigo a las “trojis”, se adaptaban los carros para llevar la paja a los pajales. Se colocaban unas redes, unas de cuerdas y otras de alambre, haciendo bolsas laterales para agrandar la capacidad del carro. Se subía, normalmente un niño, al carro a pisar la paja y un mayor con la “liendra”, iba llenando el carro. Se colocaba una manta trapera en la parte trasera del carro, para facilitar el vaciado una vez llegado al pajar.
Los pajales, normalmente estaban en la parte trasera de las casas, es decir en la parte que daba a las callejas. Los había en planta baja y otros en planta alta, encima de las cuadras. Este era mi caso. Esto último dificultaba mucho el llenado del pajar, ya que la paja que el que manejaba la “liendra”, llegaba a la boca de la “pitera”, había que retirarla, para dejar espacio a la siguiente. Y todo esto de “cuquillas”, porque la altura era muy reducida.
Vuelta a la era a repetir el viaje, así hasta agotar la paja o llenar el pajar.
Agotados todas las “jacinas”, de los diferentes granos que, se habían acumulado en las eras, una vez, trilladas, limpias y en las casas, se procedía a la recogida de las “enrramas”, “polleros”, pollos, (ya con dos meses, si el milano no se los había comido) “jorcas”, “liendros”, palas de madera…etc. y dar el último repaso al poco grano que pudiera haber quedado, para los cerdos.
Con estos trabajos, creo que finalizamos las tareas más importantes que llevaban consigo un VERANO DE HACE 60 AÑOS…O MÁS.
He tratado de explicarlo lo mejor que he podido y siempre bajo mis recuerdos.
Soy consciente que, cualquiera de mi edad, conocedor del tema, lo hubiera descrito bastante mejor. Solo he pretendido, describir algo ya olvidado y si he conseguido con ello, traeros buenos recuerdos, ya me doy por satisfecho.
Un saludo.- Máximo.