Mariano Rajoy no sólo blinda a presuntos chorizos, como es el caso de Luis Bárcenas o la ministra de Sanidad, Ana Mato, sino que también lo hace con los fascistas o franquistas, que son muchos de los dirigentes, militantes y simpatizantes del Partido Popular.
Si fuera un demócrata
Si Rajoy fuera un demócrata de verdad, que no lo es, ya habría puesto de patitas a la calle a un tal Salvador Victoria, consejero de Presidencia, Justicia y portavoz del Gobierno de Madrid, que preside Ignacio González, el del ático, y sucesor a dedo de Esperanza Aguirre.
Comparación sin vergüenza
Este Victoria debería haber sido destituido de tan flamante cargo y expulsado ipso facto de su partido. ¿Cómo puede el tal Victoria comparar sin vergüenza a los golpistas del 23-F con los manifestantes que protestaban contra el Gobierno?
Intolerable
Equiparar a importantes jefes de la Guardia Civil y a unos cuantos generales del Ejército, que intentaron cargarse el régimen democrático, con los manifestantes indignados de estos tiempos nefastos, es intolerable. El 23-F pudo acabar en un baño de muertes. Los tanques salieron a las calles de Valencia. España temblaba.
Dictador cruel y sanguinario
Victoria emula al Caudillo de España por la gracia de Dios. El PP -en buena parte y como es sabido- procede de la herencia del dictador. Y lo demuestra cada dos por tres. Para los populares, Franco no fue un dictador cruel y manchado de sangre, sino el generador de un régimen simplemente autoritario.
¿Enemigos de las libertades?
El tal Victoria se permite ir más lejos todavía acusando a los manifestantes de ser “enemigos de las libertades”. Este tipo es un fascista. Los únicos “enemigos de las libertades” son ellos. Son los sucesores del franquismo.
Extrema derecha
Es decir, son los partidarios de la extrema derecha, aunque digan luego que eso es falso. Los manifestantes son víctimas del Gobierno Rajoy, de sus recortes, sus mentiras permanentes y su política cada vez más reaccionaria o ultramontana.
Más allá de siglas
Tiene don Mariano más respeto por Bárcenas y, sin duda, la ministra Mato -como se observa sin dificultades- que por los parados, los desahuciados, los médicos, los periodistas progresistas, los actores y actrices y por la izquierda en general, más allá de siglas.
El alcalde de Almería
Mientras tanto, el senador del PP y alcalde de Almería, Rodríguez-Comendador, ha aportado una prueba más de que la actual derecha española es de raíz netamente franquista. Se nota demasiado que continúa jaleando a la dictadura.
La desbandá
En febrero de 1937 -como hemos recordado desde ELPLURAL. COM- tuvo lugar en Málaga la desbandá, cuando más de 120.000 malagueños huyeron por la carretera hacia la ciudad de Almería, acorralados por las tropas de los golpistas y las enviadas por Benito Mussolini. Murieron miles de personas.
Inasequible al desaliento
El alcalde almeriense ha criticado -inasequible al desaliento, como los buenos falangistas- la marcha en recuerdo de aquella brutal masacre de personas indefensas. “Déjese de monsergas y chaladuras”, le espetó Rodríguez-Comendador al vicepresidente de la Junta de Andalucía, Diego Valderas y líder de IU andaluza.
Con los dedos de una mano
En fin, que los demócratas en el PP se cuentan con los dedos de una mano. El porqué de la sensibilidad hacia el franquismo de la mayoría de peperos se entiende fácilmente. Su padre político fue el ya difunto Manuel Fraga Iribarne. Su abuelo fue Francisco Franco Bahamonde. Díme con quien vas y te diré quién eres.
Si fuera un demócrata
Si Rajoy fuera un demócrata de verdad, que no lo es, ya habría puesto de patitas a la calle a un tal Salvador Victoria, consejero de Presidencia, Justicia y portavoz del Gobierno de Madrid, que preside Ignacio González, el del ático, y sucesor a dedo de Esperanza Aguirre.
Comparación sin vergüenza
Este Victoria debería haber sido destituido de tan flamante cargo y expulsado ipso facto de su partido. ¿Cómo puede el tal Victoria comparar sin vergüenza a los golpistas del 23-F con los manifestantes que protestaban contra el Gobierno?
Intolerable
Equiparar a importantes jefes de la Guardia Civil y a unos cuantos generales del Ejército, que intentaron cargarse el régimen democrático, con los manifestantes indignados de estos tiempos nefastos, es intolerable. El 23-F pudo acabar en un baño de muertes. Los tanques salieron a las calles de Valencia. España temblaba.
Dictador cruel y sanguinario
Victoria emula al Caudillo de España por la gracia de Dios. El PP -en buena parte y como es sabido- procede de la herencia del dictador. Y lo demuestra cada dos por tres. Para los populares, Franco no fue un dictador cruel y manchado de sangre, sino el generador de un régimen simplemente autoritario.
¿Enemigos de las libertades?
El tal Victoria se permite ir más lejos todavía acusando a los manifestantes de ser “enemigos de las libertades”. Este tipo es un fascista. Los únicos “enemigos de las libertades” son ellos. Son los sucesores del franquismo.
Extrema derecha
Es decir, son los partidarios de la extrema derecha, aunque digan luego que eso es falso. Los manifestantes son víctimas del Gobierno Rajoy, de sus recortes, sus mentiras permanentes y su política cada vez más reaccionaria o ultramontana.
Más allá de siglas
Tiene don Mariano más respeto por Bárcenas y, sin duda, la ministra Mato -como se observa sin dificultades- que por los parados, los desahuciados, los médicos, los periodistas progresistas, los actores y actrices y por la izquierda en general, más allá de siglas.
El alcalde de Almería
Mientras tanto, el senador del PP y alcalde de Almería, Rodríguez-Comendador, ha aportado una prueba más de que la actual derecha española es de raíz netamente franquista. Se nota demasiado que continúa jaleando a la dictadura.
La desbandá
En febrero de 1937 -como hemos recordado desde ELPLURAL. COM- tuvo lugar en Málaga la desbandá, cuando más de 120.000 malagueños huyeron por la carretera hacia la ciudad de Almería, acorralados por las tropas de los golpistas y las enviadas por Benito Mussolini. Murieron miles de personas.
Inasequible al desaliento
El alcalde almeriense ha criticado -inasequible al desaliento, como los buenos falangistas- la marcha en recuerdo de aquella brutal masacre de personas indefensas. “Déjese de monsergas y chaladuras”, le espetó Rodríguez-Comendador al vicepresidente de la Junta de Andalucía, Diego Valderas y líder de IU andaluza.
Con los dedos de una mano
En fin, que los demócratas en el PP se cuentan con los dedos de una mano. El porqué de la sensibilidad hacia el franquismo de la mayoría de peperos se entiende fácilmente. Su padre político fue el ya difunto Manuel Fraga Iribarne. Su abuelo fue Francisco Franco Bahamonde. Díme con quien vas y te diré quién eres.