Luz fijo a 0,11115 €/kWh

RIOLOBOS: Cuando el Gobierno popular asume que no podrá reducir...

Cuando el Gobierno popular asume que no podrá reducir el paro en esta legislatura, no hace más que evidenciar su frustración ante una realidad inexorable, al parecer, para Mariano Rajoy Brey y los ministros tiralevitas, que son casi todos. Han sido derrotados unos y otros precisamente en una de las prioridades del presidente, reiteradas por él cada dos por tres. Los proyectos de Rajoy, afirmando que el PP crearía numerosos puestos de trabajo se han quedado en agua de borrajas. O sea, en nada

Cifras espantosas
Las cifras de desempleados en España son espantosas y, por si fuera poco, contradicen todas las promesas -que fueron muchísimas- de los dirigentes del Partido Popular, según las cuales ellos se comprometían, una y otra vez, a ir rebajando el número de parados y a ir mejorando por tanto la situación de los desempleados.

Alfonso Alonso, desmentido
Pero Rajoy ni se ha rendido, ni ha dimitido, ni siquiera ha dado la cara. Significativamente, el líder de la derecha desmiente con estas espantás lo que va predicando de un lado a otro, estos días, uno de sus colaboradores más próximos, el portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Alfonso Alonso.

Una afrenta pública
Lo cierto es que, mientras Alonso dice que, en tiempos turbulentos como los que hay ahora, los políticos deben al menos dar la cara, su superior, Rajoy, se refugia en sus escondites preferidos. ¿Dónde se oculta? Lo ignoramos. En todo caso la actitud de don Mariano es una bellaquería. O una afrenta pública.

Los que se sienten defraudados
Que nadie se llame a engaño. Rajoy ni da la cara ni da la talla de presidente del Gobierno de España. Muchos de los votantes del PP, de los que le votaron encantados el 20-N de 2011, no lo aguantan ya más. Se sienten defraudados. ¿Qué ha hecho bien la derecha en este año y medio? Pues nada de nada. No ha prosperado este país. Y sí ha descendido hacia la pobreza. No ha sido capaz Rajoy de plantar cara a los presuntos corruptos, como Bárcenas. El presidente es un pusilánime.

La opinión pública está que trina
Rajoy es un viva la virgen y un impotente para luchar con firmeza en favor de los débiles, de los que lo pasan muy mal, de los empresarios que han tenido que cerrar, y los más de seis millones de parados. La opinión pública está que trina contra él. Quienes, desde dentro de su partido, lo han atacado in crescendo se suben ahora irritados por las paredes de Génova 13 y del palacio de la Moncloa. Desean quitárselo de encima antes de que sea tarde.