Alguien ha visto a Rajoy siendo “contundente” contra la corrupción?
14/07/2013
****½3 VOTOS
IMPRIMIRENVIAR A UN AMIGO
En julio de 1943, Alcide de Gasperi fundó la Democracia Cristiana. En 1992, con Giulio Andreotti en la cúpula entonces de este partido conservador -que en buena parte había vertebrado políticamente a la República italiana- los escándalos de corrupción a escala nacional fueron de tal dimensión que se hundió literalmente. En aquel tiempo, se había instalado en Italia una especie de régimen virtual denominado tangentópoli. O sea, la ciudad de los sobornos.
Se halla en el límite
El partido socialista de Bettino Craxi, amigo del multimillonario Silvio Berlusconi, también acabó hundiéndose. Pues bien, en España, el Partido Popular se encuentra gravemente atrapado por la corrupción. Se halla en el límite y casi todo indica que corre el riesgo de hundirse en cualquier momento. Hace, como mínimo, más de cinco años desde que estalló el llamado caso Gürtel.
Un chorizo caciquil
Fue un toque de alarma que intentó pasar deliberadamente inadvertido entre los dirigentes de la derecha. No consiguió el PP, sin embargo, ese objetivo, aunque sí logró cargarse al juez Garzón y salvar de la cárcel a unos cuantos políticos valencianos. Uno de ellos, Carlos Fabra, un chorizo caciquil, fue elogiado públicamente por Rajoy, al que describió como un “ejemplar ciudadano y un ejemplar político”.
La mierda acumulada
Pero desde aquella época a la actualidad, Mariano Rajoy y sus alabarderos no han sido capaces de limpiar ni una sola vez la mierda acumulada. Y, sobre todo, no han conseguido que Génova 13 pusiera en marcha un eficaz instrumento para evitar a rajatabla los demasiados desmanes vinculados de una manera u otra con la dirección del partido. Sabemos ya que las relaciones entre el extesorero Bárcenes y el presidente del PP y del Gobierno han sido tan estrechas como peligrosas.
Con indignación creciente
Y observamos -con indignación creciente- que Rajoy estaba perfectamente informado de la falta de honradez que le rodeaba a él y a muchos de sus colegas inmersos presuntamente en actividades delictivas. El más evidente y más explícito es Bárcenas. Hemos subrayado a menudo desde ELPLURAL. COM que la culpa de Rajoy ante la situación de su partido era más por omisión que por acción. Pero la realidad tiende a corregir a quienes todavía defienden al presidente y siguen admirando su honestidad.
Como un predicador
Rajoy en sus SMS escribe como un predicador. Da ánimos a sus amigos, no se olvida de levantar la moral a la señora de Bárcenas y parece no ser el jefe del Ejecutivo, sino un párroco bondadoso e incluso paternal. En febrero de 2004 dijo querer para España, como candidato a la Presidencia a “un Gobierno como el que preside Jaume Matas en Baleares”. Curiosa opción de Rajoy. Otra rasgo cariñoso de Rajoy se lo brindó a Francisco Camps, el héroe de los trajes de la trama Gürtel. Le dijo en un mitin: “Paco, estamos contigo como siempre y la historia será una historia feliz” Y le añadió en 2009: “Yo siempre estaré detrás o delante o al lado tuyo”.
En su bunker
Deja hacer, mira al otro lado, se inventa teorías de estar por casa. En un libro de carácter electoral sostiene algo que choca con su actitud ante “la corrupción” “Contra ella hay que ser contundente, pero respetando la presunción de inocencia”. ¿Alguien recuerda a Rajoy siendo “contundente” contra la corrupción? Ha pasado siempre de puntillas y se ha retratado ante la opinión pública con sus mensajes enviados a Bárcenas. Debería no ocultarse en su bunker y, por supuesto, dar la cara. Y luego tendría que dimitir e irse a su casa, salvo que siga así y termine hundiendo el PP. ¡Ojo!
14/07/2013
****½3 VOTOS
IMPRIMIRENVIAR A UN AMIGO
En julio de 1943, Alcide de Gasperi fundó la Democracia Cristiana. En 1992, con Giulio Andreotti en la cúpula entonces de este partido conservador -que en buena parte había vertebrado políticamente a la República italiana- los escándalos de corrupción a escala nacional fueron de tal dimensión que se hundió literalmente. En aquel tiempo, se había instalado en Italia una especie de régimen virtual denominado tangentópoli. O sea, la ciudad de los sobornos.
Se halla en el límite
El partido socialista de Bettino Craxi, amigo del multimillonario Silvio Berlusconi, también acabó hundiéndose. Pues bien, en España, el Partido Popular se encuentra gravemente atrapado por la corrupción. Se halla en el límite y casi todo indica que corre el riesgo de hundirse en cualquier momento. Hace, como mínimo, más de cinco años desde que estalló el llamado caso Gürtel.
Un chorizo caciquil
Fue un toque de alarma que intentó pasar deliberadamente inadvertido entre los dirigentes de la derecha. No consiguió el PP, sin embargo, ese objetivo, aunque sí logró cargarse al juez Garzón y salvar de la cárcel a unos cuantos políticos valencianos. Uno de ellos, Carlos Fabra, un chorizo caciquil, fue elogiado públicamente por Rajoy, al que describió como un “ejemplar ciudadano y un ejemplar político”.
La mierda acumulada
Pero desde aquella época a la actualidad, Mariano Rajoy y sus alabarderos no han sido capaces de limpiar ni una sola vez la mierda acumulada. Y, sobre todo, no han conseguido que Génova 13 pusiera en marcha un eficaz instrumento para evitar a rajatabla los demasiados desmanes vinculados de una manera u otra con la dirección del partido. Sabemos ya que las relaciones entre el extesorero Bárcenes y el presidente del PP y del Gobierno han sido tan estrechas como peligrosas.
Con indignación creciente
Y observamos -con indignación creciente- que Rajoy estaba perfectamente informado de la falta de honradez que le rodeaba a él y a muchos de sus colegas inmersos presuntamente en actividades delictivas. El más evidente y más explícito es Bárcenas. Hemos subrayado a menudo desde ELPLURAL. COM que la culpa de Rajoy ante la situación de su partido era más por omisión que por acción. Pero la realidad tiende a corregir a quienes todavía defienden al presidente y siguen admirando su honestidad.
Como un predicador
Rajoy en sus SMS escribe como un predicador. Da ánimos a sus amigos, no se olvida de levantar la moral a la señora de Bárcenas y parece no ser el jefe del Ejecutivo, sino un párroco bondadoso e incluso paternal. En febrero de 2004 dijo querer para España, como candidato a la Presidencia a “un Gobierno como el que preside Jaume Matas en Baleares”. Curiosa opción de Rajoy. Otra rasgo cariñoso de Rajoy se lo brindó a Francisco Camps, el héroe de los trajes de la trama Gürtel. Le dijo en un mitin: “Paco, estamos contigo como siempre y la historia será una historia feliz” Y le añadió en 2009: “Yo siempre estaré detrás o delante o al lado tuyo”.
En su bunker
Deja hacer, mira al otro lado, se inventa teorías de estar por casa. En un libro de carácter electoral sostiene algo que choca con su actitud ante “la corrupción” “Contra ella hay que ser contundente, pero respetando la presunción de inocencia”. ¿Alguien recuerda a Rajoy siendo “contundente” contra la corrupción? Ha pasado siempre de puntillas y se ha retratado ante la opinión pública con sus mensajes enviados a Bárcenas. Debería no ocultarse en su bunker y, por supuesto, dar la cara. Y luego tendría que dimitir e irse a su casa, salvo que siga así y termine hundiendo el PP. ¡Ojo!