El libro de sus segundas memorias, llamado El compromiso del poder, fue recientemente difundido por el autor, el expresidente del Gobierno José Maria Aznar. Una de sus reflexiones más significativa es la siguiente: “Desde hace tiempo vengo diciendo que la izquierda española es la peor de Europa, y lo sigo pensando. España no tiene un problema por el centro-derecha moderno, abierto, popular. Esto lo hemos resuelto. Pero sí lo tiene por la izquierda, donde el radicalismo es cada día mayor, acompañado de una insolencia nacionalista insoportable”.
Cúmulo de mentiras
Es fácil subrayar que estas teorías de Aznar no son, en absoluto, veraces. Son, más bien, un cúmulo de mentiras. Es falso que Aznar sostenga que “España no tiene un problema por el centro-derecha moderno, abierto, popular”. Lo tiene, se mire como se mire. Y ese “problema” incluye, desde 2000, hasta el día de hoy. A la larga, podremos subrayar que se trata de la presión de numerosas militantes de la derecha, no dispuestos a tragarse las bendiciones de Mariano Rajoy Brey y sí las de Aznar.
Régimen dictatorial
¿Qué coño se inventó, pues, Aznar a la hora de explicar a sus huestes que “la izquierda española es la peor de Europa?” Esa izquierda tuvo que refugiarse ante el riesgo -durante la guerra civil y 40 años más tarde- a ser fulminada, asesinada y, en su mayoría, investigada por los servicios del régimen dictatorial. En la España del PP, la “izquierda española” continúa todavía sin poder encontrar a las víctimas del franquismo.
Periodista de Cámara del ‘Caudillo’
José María Aznar fue un falangista, de la saga de su abuelo, el periodista de cámara del Caudillo. Uno de los hijos del abuelo Aznar fue enchufado en la SER de los años de la dictadura, sin ética alguna conocida y transformado en un burócrata nada hostil al Antiguo Régimen. Sus orígenes, los amigos de José María Aznar, lo sitúan en el franquismo, como él mismo contribuyó con sus colaboraciones periodísticas publicadas en el diario La Nueva Rioja. Estos artículos estaban más cerca de Blas Piñar que de los neoconservadores.
Cúmulo de mentiras
Es fácil subrayar que estas teorías de Aznar no son, en absoluto, veraces. Son, más bien, un cúmulo de mentiras. Es falso que Aznar sostenga que “España no tiene un problema por el centro-derecha moderno, abierto, popular”. Lo tiene, se mire como se mire. Y ese “problema” incluye, desde 2000, hasta el día de hoy. A la larga, podremos subrayar que se trata de la presión de numerosas militantes de la derecha, no dispuestos a tragarse las bendiciones de Mariano Rajoy Brey y sí las de Aznar.
Régimen dictatorial
¿Qué coño se inventó, pues, Aznar a la hora de explicar a sus huestes que “la izquierda española es la peor de Europa?” Esa izquierda tuvo que refugiarse ante el riesgo -durante la guerra civil y 40 años más tarde- a ser fulminada, asesinada y, en su mayoría, investigada por los servicios del régimen dictatorial. En la España del PP, la “izquierda española” continúa todavía sin poder encontrar a las víctimas del franquismo.
Periodista de Cámara del ‘Caudillo’
José María Aznar fue un falangista, de la saga de su abuelo, el periodista de cámara del Caudillo. Uno de los hijos del abuelo Aznar fue enchufado en la SER de los años de la dictadura, sin ética alguna conocida y transformado en un burócrata nada hostil al Antiguo Régimen. Sus orígenes, los amigos de José María Aznar, lo sitúan en el franquismo, como él mismo contribuyó con sus colaboraciones periodísticas publicadas en el diario La Nueva Rioja. Estos artículos estaban más cerca de Blas Piñar que de los neoconservadores.