El expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa tendrá que declarar de nuevo ante un juez el próximo 24 de enero por un presunto delito de abuso de posición dominante y administración social fraudulenta en la compra por parte de la entidad madrileña del City National Bank de Florida. Pero curiosamente esta vez no tendrá en frente al instructor de la causa, Elpidio Silva, sino al titular del Juzgado de instrucción 36 de Madrid, Juan Antonio Toro Peña.
Blesa y sus ejecutivos frente al juez…
En un auto de este martes, Toro Peña ha citado a declarar el 24 de enero junto a Blesa a sus principales colaboradores en Caja Madrid cuando se consumó aquella compra del City Nacional Bank: su mano derecha, Ildefonso Sánchez Barcoj, y los exejecutivos de la entidad Juan Bartolomé, Gonzalo Alcubilla, Fernando Sobrini, Luis Crespo, Matías Amat y el exdirector de desarrollo internacional e inversiones especiales, Rafael Sánchez Lozano.
… pero esta vez no será Silva
El caso sigue así su curso después de que la Audiencia Provincial de Madrid Nacional se lo devolviera a Silva después de que éste se reincorpora el pasado 9 de diciembre a su puesto en el Juzgado número 9 de la capital tras cumplir una sanción de cuatro meses de suspensión que le impuso el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Sin embargo, el magistrado se abstuvo de continuar las diligencias al entender que era incompatible con la causa abierta contra él por presunta prevaricación en este caso. Conviene recordar que gracias a estas investigaciones se destaparon los escandalosos correos que demostraban que la entidad quebrada se gestionó como un cortijo del PP, unos e-mails que Silva no podrá utilizar para defenderse de las acusaciones de prevaricación.
“Hermafroditismo procesal”
Precisamente Silva hacía referencia a la compleja situación judicial de Blesa en una entrevista de Juan José Millás publicada este lunes por Interviú: “Yo la llamo de hermafroditismo procesal. Es un imputado en la causa del banco de Miami, que está viva y de la cual yo soy el instructor. Es un imputado en la causa de Bankia, que está viva y sobre la que la Audiencia Nacional ha ordenado a Andreu que se ponga a trabajar, que ya es hora de ponerse a trabajar. Lleva años sin hacerlo porque no ha querido mirar para atrás. Sería también un imputado en la causa Blesa, si se reabriera esa causa”.
Una situación sin “precedentes” en la justicia europea
Pero Silva también alertaba de la delicada situación en la que se encontraba él mismo en todo este complicado proceso, ya que a Blesa “siendo un imputado, se le ha permitido algo muy raro, extraordinario, que no tiene precedentes en el ámbito judicial europeo, y es que a la vez de que es imputado, se le permita querellarse contra el juez que le imputa”. El juez lamenta además que la querella contra él va “muy rápida” mientras que las demás “van muy despacio o están paradas, como la mía”.
“Haré lo que tenga que hacer para defenderme”
Maniatado en su proceso contra Blesa y con la ameanaza de la espada de Damocles del juicio por prevaricación sobre él, en su entrevista con Millás el magistrado advierte de que “no es descartable que acabe en política”. Sobre su situación y su futuro, el magistrado insiste: “Haré lo que tenga que hacer para defenderme, pero yo también soy un patriota, fíjese en lo que le digo, éste es mi país, a mí no me gusta que me lo estén mangoneando, es mi gente, yo sufro por los españoles que no tienen culpa de nada. A mí no me hace gracia. No me hace gracia vivir en una país así, yo tengo un hijo y no quiero ese país para él”.
Blesa y sus ejecutivos frente al juez…
En un auto de este martes, Toro Peña ha citado a declarar el 24 de enero junto a Blesa a sus principales colaboradores en Caja Madrid cuando se consumó aquella compra del City Nacional Bank: su mano derecha, Ildefonso Sánchez Barcoj, y los exejecutivos de la entidad Juan Bartolomé, Gonzalo Alcubilla, Fernando Sobrini, Luis Crespo, Matías Amat y el exdirector de desarrollo internacional e inversiones especiales, Rafael Sánchez Lozano.
… pero esta vez no será Silva
El caso sigue así su curso después de que la Audiencia Provincial de Madrid Nacional se lo devolviera a Silva después de que éste se reincorpora el pasado 9 de diciembre a su puesto en el Juzgado número 9 de la capital tras cumplir una sanción de cuatro meses de suspensión que le impuso el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Sin embargo, el magistrado se abstuvo de continuar las diligencias al entender que era incompatible con la causa abierta contra él por presunta prevaricación en este caso. Conviene recordar que gracias a estas investigaciones se destaparon los escandalosos correos que demostraban que la entidad quebrada se gestionó como un cortijo del PP, unos e-mails que Silva no podrá utilizar para defenderse de las acusaciones de prevaricación.
“Hermafroditismo procesal”
Precisamente Silva hacía referencia a la compleja situación judicial de Blesa en una entrevista de Juan José Millás publicada este lunes por Interviú: “Yo la llamo de hermafroditismo procesal. Es un imputado en la causa del banco de Miami, que está viva y de la cual yo soy el instructor. Es un imputado en la causa de Bankia, que está viva y sobre la que la Audiencia Nacional ha ordenado a Andreu que se ponga a trabajar, que ya es hora de ponerse a trabajar. Lleva años sin hacerlo porque no ha querido mirar para atrás. Sería también un imputado en la causa Blesa, si se reabriera esa causa”.
Una situación sin “precedentes” en la justicia europea
Pero Silva también alertaba de la delicada situación en la que se encontraba él mismo en todo este complicado proceso, ya que a Blesa “siendo un imputado, se le ha permitido algo muy raro, extraordinario, que no tiene precedentes en el ámbito judicial europeo, y es que a la vez de que es imputado, se le permita querellarse contra el juez que le imputa”. El juez lamenta además que la querella contra él va “muy rápida” mientras que las demás “van muy despacio o están paradas, como la mía”.
“Haré lo que tenga que hacer para defenderme”
Maniatado en su proceso contra Blesa y con la ameanaza de la espada de Damocles del juicio por prevaricación sobre él, en su entrevista con Millás el magistrado advierte de que “no es descartable que acabe en política”. Sobre su situación y su futuro, el magistrado insiste: “Haré lo que tenga que hacer para defenderme, pero yo también soy un patriota, fíjese en lo que le digo, éste es mi país, a mí no me gusta que me lo estén mangoneando, es mi gente, yo sufro por los españoles que no tienen culpa de nada. A mí no me hace gracia. No me hace gracia vivir en una país así, yo tengo un hijo y no quiero ese país para él”.