Luz fijo a 0,11115 €/kWh

RIOLOBOS: Goya, esquina a Velázquez. Puro centro del distrito...

Goya, esquina a Velázquez. Puro centro del distrito de Salamanca, el barrio ‘bien’ de Madrid. Y poco después de Navidad. Ese es el escenario y el momento. Han pasado unos días desde la celebración de la lotería. En medio del jaleo aparca un coche oficial. Se baja el conductor y entra en el número 47 de la calle Goya. En la cuarta planta está la sede del PP en el distrito. El hombre se dirige allí.

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella / EFE-Archivo
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ensimismada buscando entre sus pensamientos… / EFE-Archivo
Para la alcaldesa ‘un grano sí hace granero
Una militante le recibe. Le pregunta, y se queda perpleja cuando escucha al hombre identificarse, y aún más, cuando le explica la razón por la que está allí: ‘Soy el conductor de Ana Botella -le dice- y he venido porque la alcaldesa me ha enviado a cobrar el reintegro de estas papeletas del sorteo de navidad’. Y el hombre muestra en efecto las papeletas del número 32.489, el que jugaban en la agrupación ‘popular’. Pocas horas después el hecho es la comidilla en toda la sede.

Así se lo han contado a ELPLURAL. COM militantes ‘populares’ que aún no salen de su asombro. Y por varias razones, según nos explican. Por un lado porque la cantidad por la que el chófer de la alcaldesa se ha desplazado desde la plaza de Cibeles hasta su sede es totalmente irrisoria, 12,50 euros. Por otro, porque en los partidos, como entre las organizaciones cívicas que ‘venden’ papeletas en el sorteo de navidad, la costumbre es no cobrar lo que toque en reintegros o pedreas, y dejar ese dinero para que las agrupaciones puedan financiar sus actividades.

La lotería… se la habían regalado
Pero en el caso de Ana Botella hay un agravante más, que fue el más comentado por la imagen que ofrece de la alcaldesa: ¡la lotería ni siquiera la había comprado ella, sino que se la habían regalado en una visita que había hecho a la sede!

El retrato que este hecho da de la alcaldesa es muy contundente.., y no precisamente favorecedor. Pero claro, quizás sea así como ella y su esposo, José María Aznar, agrupados en la empresa familiar, Famaztella, S. L., han podido comprarse, como les informábamos ayer, un chalet en Marbella valorado en dos millones de dólares, y acabar el último año fiscal del que tenemos constancia, 2012, con casi 150.000 euros declarados de beneficios… Famaztella, eurito a eurito, navega por encima de la crisis.