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Castro, amigo, el pueblo está contigo; no la Monarquía”
"Señor Borbón, no vuelva a decir, por favor, que la Justicia es igual para todos. ¿O sí, Infanta Cristina?
08/02/2014
*****1 VOTO
IMPRIMIRENVIAR A UN AMIGO
De aquella España de charanga y pandereta, cerrado y sacristía, devota de Frascuelo y de María, que narrara don Antonio Machado el año 1912; hemos pasado a esta otra España, la de 2014, lógicamente indignada ante tantos corruptos, chorizos, estafadores y truhanes. Entre ellos, sobresale Iñaki Urdangarin, marido de la Infanta Cristina.
Dinero público
Es sabido que el matrimonio de los duques de Palma se lucró durante años hasta convertirse en millonarios -si antes no lo fueron, que lo eran- gracias a su nombre, presunta dignidad y la facilidad para acumular dinero público. Es decir, dinero de los contribuyentes.
En la calle o viajando
Dicen algunos relevantes letrados que, en semejante historia, Urdangarin es el malo y doña Cristina, la buena. Pero el duque, en todo caso, aún no ha tenido que ir al talego. Lleva más de tres años señalado públicamente por la Justicia y continúa saliendo con evidente libertad a la calle o viajando. Y la Infanta, lo mismo. Para pisar la cárcel, por lo visto, se ha de ser sobre todo inmigrante sin papeles. O también pobre. O desahuciado. O trilero de feria. O ladrón de carteras.
¿Cuánto ha costado el despliegue policial?
La hija de Su Majestad el Rey y jefe del Estado sigue estando muy por encima de no pocas cosas. Trescientos antidisturbios han protegido a la duquesa a lo largo de su presencia en los juzgados de Palma. ¿Cuánto ha costado el despliegue policial? Y llegó hasta cerca de la puerta de entrada en coche. La Justicia no es igual para todos. No lo es. La Infanta es la Infanta y es inocente. Lo reiteran los abogados de gran lujo fichados por el monarca. Todo bien, señora duquesa, Cristina de Borbón y Grecia. Todo está bien.
¿La duquesa inmune y de rositas?
¿Cómo no podía estar bien la Infanta? Está pertrechada por el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce y el fiscal Horrach; por el ministro de la Hacienda Tributaria, el petimetre Montoro, y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy Brey, que envió el mensaje desde Antena 3, alardeando de que daba por hecho que iba a salir la duquesa inmune y de rositas. ¡Señor Borbón no vuelva a decir, por favor, que la Justicia es igual para todos. No lo es. A la vista está que no lo está!
La chapuza
Los abogados de la Infanta han declarado que estaban muy contentos por cómo se había gestionado la sesión judicial. Cristina ha recordado que su padre, el Rey, le advirtió a Undangarin que no hiciera más negocios de ese tipo. Y ha añadido que ella confiaba totalmente en su marido. Incluso se hizo correr un supuesto pacto entre el juez Castro y el fiscal Horrach. No debemos creernos esa chapuza.
Un juez íntegro
El juez Castro viene demostrando que es un juez íntegro y trabajador como nadie. En efecto, y como se veía entre banderas republicanas y carteles de los manifestantes isleños: “ ¡Castro, amigo, el pueblo está contigo!” El pueblo; no la Monarquía.
"Señor Borbón, no vuelva a decir, por favor, que la Justicia es igual para todos. ¿O sí, Infanta Cristina?
08/02/2014
*****1 VOTO
IMPRIMIRENVIAR A UN AMIGO
De aquella España de charanga y pandereta, cerrado y sacristía, devota de Frascuelo y de María, que narrara don Antonio Machado el año 1912; hemos pasado a esta otra España, la de 2014, lógicamente indignada ante tantos corruptos, chorizos, estafadores y truhanes. Entre ellos, sobresale Iñaki Urdangarin, marido de la Infanta Cristina.
Dinero público
Es sabido que el matrimonio de los duques de Palma se lucró durante años hasta convertirse en millonarios -si antes no lo fueron, que lo eran- gracias a su nombre, presunta dignidad y la facilidad para acumular dinero público. Es decir, dinero de los contribuyentes.
En la calle o viajando
Dicen algunos relevantes letrados que, en semejante historia, Urdangarin es el malo y doña Cristina, la buena. Pero el duque, en todo caso, aún no ha tenido que ir al talego. Lleva más de tres años señalado públicamente por la Justicia y continúa saliendo con evidente libertad a la calle o viajando. Y la Infanta, lo mismo. Para pisar la cárcel, por lo visto, se ha de ser sobre todo inmigrante sin papeles. O también pobre. O desahuciado. O trilero de feria. O ladrón de carteras.
¿Cuánto ha costado el despliegue policial?
La hija de Su Majestad el Rey y jefe del Estado sigue estando muy por encima de no pocas cosas. Trescientos antidisturbios han protegido a la duquesa a lo largo de su presencia en los juzgados de Palma. ¿Cuánto ha costado el despliegue policial? Y llegó hasta cerca de la puerta de entrada en coche. La Justicia no es igual para todos. No lo es. La Infanta es la Infanta y es inocente. Lo reiteran los abogados de gran lujo fichados por el monarca. Todo bien, señora duquesa, Cristina de Borbón y Grecia. Todo está bien.
¿La duquesa inmune y de rositas?
¿Cómo no podía estar bien la Infanta? Está pertrechada por el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce y el fiscal Horrach; por el ministro de la Hacienda Tributaria, el petimetre Montoro, y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy Brey, que envió el mensaje desde Antena 3, alardeando de que daba por hecho que iba a salir la duquesa inmune y de rositas. ¡Señor Borbón no vuelva a decir, por favor, que la Justicia es igual para todos. No lo es. A la vista está que no lo está!
La chapuza
Los abogados de la Infanta han declarado que estaban muy contentos por cómo se había gestionado la sesión judicial. Cristina ha recordado que su padre, el Rey, le advirtió a Undangarin que no hiciera más negocios de ese tipo. Y ha añadido que ella confiaba totalmente en su marido. Incluso se hizo correr un supuesto pacto entre el juez Castro y el fiscal Horrach. No debemos creernos esa chapuza.
Un juez íntegro
El juez Castro viene demostrando que es un juez íntegro y trabajador como nadie. En efecto, y como se veía entre banderas republicanas y carteles de los manifestantes isleños: “ ¡Castro, amigo, el pueblo está contigo!” El pueblo; no la Monarquía.