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RIOLOBOS: José María Aznar, aquel joven falangista, se nos ha...

José María Aznar, aquel joven falangista, se nos ha convertido, desde hace años, en un predicador del neoliberalismo. Va por el mundo insistiendo en la conveniencia de reducir, al máximo posible, el Estado del Bienestar. Es acérrimo partidario de quienes difunden teorías muy próximas al capitalismo salvaje. Y les encanta exhibir un slogan fácil de entender: “Menos Estado y más mercado”. O “Estado débil y mercado fuerte”. Aznar levita advirtiendo que “Europa necesita menos intervención gubernamental y más libertad económica”.

Los dioses y los pobres
Esta situación viene estando de moda desde los años de la caída del muro de Berlín. Se acabó la fiesta. Pensamiento único. El neoliberalismo nos salvará. El fin de las ideologías. Volvamos a los tiempos de la revolución industrial. Los ricos viven como dioses y los pobres, ¡que se jodan!, como dijo en el Congreso de los Diputados la diputada del PP Andrea Fabra, hija, por cierto, de Carlos Fabra, cacique de Castellón y corrupto conocido.

El muro y las pateras
Muchos alemanes orientales procuraron huir, aun jugándose la vida al atravesar el muro de Berlín. Aquellos alemanes fueron, para la opinión pública de la época, héroes. Pero luego otros muros siguieron impidiendo -siguen impidiendo- que los verdaderos parias de la tierra, que son ahora miles y miles de inmigrantes, puedan morirse ahogados en el mar en una patera, como si fueran unos asesinos abyectos. Los hambrientos de la actualidad, millones de desamparados, son tratados como peligrosos delincuentes. No son héroes; son miserebles.

Pastel para todos
Pero todo esto les importa un comino al expresidente Aznar y a sus numerosos seguidores del PP. Pues bien, el Estado del Bienestar no sólo no hay que recortarlo para nada, sino que debería ser fortalecido más y más. O se reparte el pastel para todos, empezando por los débiles, o retrocederemos al tiempo de los señores feudales y de la esclavitud.