El defensor de las cuchillas en la valla de Melilla -que es una canallada- se llama Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior. El director de la Guardia Civil es Arsenio Fernández de Mesa. Su único mérito para tal cargo es el de ser íntimo amigo de Mariano Rajoy. Nada más y nada menos.
“Esclavistas mercaderes de carne humana”
Ambos vienen demostrando que carecen de muy escasa sensibilidad humanitaria. De haber nacido hace pocos siglos, habrían sido los dos, probablemente, ”esclavistas mercaderes de carne humana”, según recientes palabras de Francisco, el primer Papa que se ha acercado a la brutal realidad de los inmigrantes, en su mayoría subsaharianos. Muchos de ellos murieron. Nunca podrán llegar, pues, a la italiana isla de Lampedusa.
Ante los hechos de Ceuta
De nada le ha servido al meapilas Fernández Díaz oír la voz de Francisco. Algo similar podría decirse acerca de Fernández de Mesa. Ni uno ni otro parece que haya hecho caso de la Declaración del Arzobispo de Tánger ante los hechos de Ceuta. La publicamos ayer, íntegramente, en ELPLURAL. COM. Quedémonos ahora con lo siguiente: “Podemos llamar a las puertas de cada conciencia para que la sociedad reclame una nueva política de fronteras (…) La carne de Cristo (…) es condenada a muerte día a día en las fronteras del sur de Europa”.
Mentirosos
Pero lo que debería hacerse ahora mismo es que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, destituyera de inmediata al ministro del Interior y al director de la Guardia Civil. Son mentirosos y tramposos. Lo sucedido en Ceuta estremece. La Guardia Civil disparó pelotas de goma. “Nos dispararon como si fuéramos pollos”, afirman algunos de los que sobrevivieron.
Pellizcos de monja
La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ha corregido, dicen, al ministro. Pellizcos de monja. Usted, la que tanto condenó el escrache, es incapaz de pedir perdón por los inmigrantes muertos en Ceuta, dimitir e irse a su casa. El Estado de Derecho con el PP en el Gobierno evoca el Lejano Oeste. Y estan en contra del aborto. Estos prefieren matarlos mas grandes
“Esclavistas mercaderes de carne humana”
Ambos vienen demostrando que carecen de muy escasa sensibilidad humanitaria. De haber nacido hace pocos siglos, habrían sido los dos, probablemente, ”esclavistas mercaderes de carne humana”, según recientes palabras de Francisco, el primer Papa que se ha acercado a la brutal realidad de los inmigrantes, en su mayoría subsaharianos. Muchos de ellos murieron. Nunca podrán llegar, pues, a la italiana isla de Lampedusa.
Ante los hechos de Ceuta
De nada le ha servido al meapilas Fernández Díaz oír la voz de Francisco. Algo similar podría decirse acerca de Fernández de Mesa. Ni uno ni otro parece que haya hecho caso de la Declaración del Arzobispo de Tánger ante los hechos de Ceuta. La publicamos ayer, íntegramente, en ELPLURAL. COM. Quedémonos ahora con lo siguiente: “Podemos llamar a las puertas de cada conciencia para que la sociedad reclame una nueva política de fronteras (…) La carne de Cristo (…) es condenada a muerte día a día en las fronteras del sur de Europa”.
Mentirosos
Pero lo que debería hacerse ahora mismo es que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, destituyera de inmediata al ministro del Interior y al director de la Guardia Civil. Son mentirosos y tramposos. Lo sucedido en Ceuta estremece. La Guardia Civil disparó pelotas de goma. “Nos dispararon como si fuéramos pollos”, afirman algunos de los que sobrevivieron.
Pellizcos de monja
La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ha corregido, dicen, al ministro. Pellizcos de monja. Usted, la que tanto condenó el escrache, es incapaz de pedir perdón por los inmigrantes muertos en Ceuta, dimitir e irse a su casa. El Estado de Derecho con el PP en el Gobierno evoca el Lejano Oeste. Y estan en contra del aborto. Estos prefieren matarlos mas grandes