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¡LO MIO NO SE TOCA! Hace pocas fechas en una visita a un centro hospitalario de Badalona, viví un hecho curioso. Cuando me acercaba lentamente hacía la puerta, observé a un grupo de personas con pancartas gritando palabras mal sonantes, algunas de ellas, llevaban en el pecho una pegatina que decía: "LO MIO NO SE TOCA" Me dirigí a una de ellas y la solicité, por favor, seria usted tan amable de explicarme el significado de la pegatina en el pecho. Bueno verá usted, nosotras somos liberadas sindicales y, no permitiremos que se toque lo nuestro lo más mínimo, la indiqué yo a la señora, que el actuar así si ella no creia que, era un acto de insolidaridad con los cientos de miles de ciudadanos que no tienen un puesto de trabajo y, "ella tenia un trabajo fijo al ser delegada sindical". Ésta señora en vez de recapacitar y contestar sobre lo que yo le preguntaba, a falta de argumento, lo único que se le ocurrió es que yo no tenia la menor idea de sindicalismo. Me vino a la memoria la cantidad de huelgas que han llevado a cabo los sindicatos por no perder sus privilegios conseguidos. En definitiva, la actitud de aquella sindicalista me causó desesperanza y tristeza para con los demás, la tuve que decir que yo hace algunos años habia practicado la actividad sindical y, solo con determinados días de rebaje, "ahora" lo que buscan los sindicalistas es una liberación para todo el año. ¡AY! Señor, señor, así nos luce el pelo.
¡LO MIO NO SE TOCA! Hace pocas fechas en una visita a un centro hospitalario de Badalona, viví un hecho curioso. Cuando me acercaba lentamente hacía la puerta, observé a un grupo de personas con pancartas gritando palabras mal sonantes, algunas de ellas, llevaban en el pecho una pegatina que decía: "LO MIO NO SE TOCA" Me dirigí a una de ellas y la solicité, por favor, seria usted tan amable de explicarme el significado de la pegatina en el pecho. Bueno verá usted, nosotras somos liberadas sindicales y, no permitiremos que se toque lo nuestro lo más mínimo, la indiqué yo a la señora, que el actuar así si ella no creia que, era un acto de insolidaridad con los cientos de miles de ciudadanos que no tienen un puesto de trabajo y, "ella tenia un trabajo fijo al ser delegada sindical". Ésta señora en vez de recapacitar y contestar sobre lo que yo le preguntaba, a falta de argumento, lo único que se le ocurrió es que yo no tenia la menor idea de sindicalismo. Me vino a la memoria la cantidad de huelgas que han llevado a cabo los sindicatos por no perder sus privilegios conseguidos. En definitiva, la actitud de aquella sindicalista me causó desesperanza y tristeza para con los demás, la tuve que decir que yo hace algunos años habia practicado la actividad sindical y, solo con determinados días de rebaje, "ahora" lo que buscan los sindicalistas es una liberación para todo el año. ¡AY! Señor, señor, así nos luce el pelo.