El Rey avala el federalismo y quiere que hablen Rajoy y Rubalcaba para buscar soluciones al contencioso catalán
16/03/2014
123450 VOTOS
IMPRIMIRENVIAR A UN AMIGO
Cameron no es como Mariano Rajoy. El primer ministro británico -que gobierna con los conservadores y los liberales demócratas- ha ofrecido más autonomía a Escocia a cambio de un “no” a la independencia. Cameron se mueve buscando puentes de continuidad con los nacionalistas escoceses. Rajoy no se moja y se limita a proclamar frases, sin contenido y además imposibles. El presidente español no sabe abrir puertas al diálogo.
A calzón quitado
O no quiere. Le da miedo sentarse con su principal oponente, Alfredo Pérez Rubalcaba, para hablar a calzón quitado. Eso es lo que, según no pocos indicios, predica con discreción el Rey. El monarca apuesta por el federalismo, con mucho sentido común a sus espaldas. Y considera que debieran verse juntos el jefe del Gobierno y el líder del socialismo.
Rajoy teme
Pero Rajoy teme, sobre todo, que sus votantes y militantes, en su mayoría, le vuelvan a tildar de traidor a España como han hecho con el fin de ETA ¿Es preciso recordar una vez más que don Mariano fue el que calentó a sus mesnadas para evitar que fuera legalizado el nuevo Estatut? Ahora debe de pensar que si él aparece como el salvador de Cataluña mediante pactos, la extrema derecha instalada en el PP cargará contra él.
Las fuerzas de seguridad del Estado
Esa extrema derecha y adyacentes braman in crescendo porque sostienen que lo mejor es que los separatistas catalanes se vayan -cuanto antes mejor- de España. Y si no, dicen que deberían actuar las fuerzas de seguridad del Estado, caiga quien caiga. La irritación anticatalana, que crece en los medios de la caverna, se conoce como empieza pero no como termina.
Patriotismo de corrupción
En todo caso, el patriotismo de corrupción, la ineficacia no sólo y la inutilidad manifiesta del PP son culpables. También los nacionalistas/separatistas de la familia Pujol, de Artur Mas, y de Oriol Junqueras, el máximo dirigente de ERC, son culpables del peligro de convertir el oasis catalán en un erial.
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Cameron no es como Mariano Rajoy. El primer ministro británico -que gobierna con los conservadores y los liberales demócratas- ha ofrecido más autonomía a Escocia a cambio de un “no” a la independencia. Cameron se mueve buscando puentes de continuidad con los nacionalistas escoceses. Rajoy no se moja y se limita a proclamar frases, sin contenido y además imposibles. El presidente español no sabe abrir puertas al diálogo.
A calzón quitado
O no quiere. Le da miedo sentarse con su principal oponente, Alfredo Pérez Rubalcaba, para hablar a calzón quitado. Eso es lo que, según no pocos indicios, predica con discreción el Rey. El monarca apuesta por el federalismo, con mucho sentido común a sus espaldas. Y considera que debieran verse juntos el jefe del Gobierno y el líder del socialismo.
Rajoy teme
Pero Rajoy teme, sobre todo, que sus votantes y militantes, en su mayoría, le vuelvan a tildar de traidor a España como han hecho con el fin de ETA ¿Es preciso recordar una vez más que don Mariano fue el que calentó a sus mesnadas para evitar que fuera legalizado el nuevo Estatut? Ahora debe de pensar que si él aparece como el salvador de Cataluña mediante pactos, la extrema derecha instalada en el PP cargará contra él.
Las fuerzas de seguridad del Estado
Esa extrema derecha y adyacentes braman in crescendo porque sostienen que lo mejor es que los separatistas catalanes se vayan -cuanto antes mejor- de España. Y si no, dicen que deberían actuar las fuerzas de seguridad del Estado, caiga quien caiga. La irritación anticatalana, que crece en los medios de la caverna, se conoce como empieza pero no como termina.
Patriotismo de corrupción
En todo caso, el patriotismo de corrupción, la ineficacia no sólo y la inutilidad manifiesta del PP son culpables. También los nacionalistas/separatistas de la familia Pujol, de Artur Mas, y de Oriol Junqueras, el máximo dirigente de ERC, son culpables del peligro de convertir el oasis catalán en un erial.