El juez Baltasar Garzón, suspendido por el CGPJ por investigar los crímenes durante el franquismo sin tener competencia para ello, ha manifestado que durante la Guerra Civil y la posguerra la Iglesia católica se limitaba a dar «ánimos» a los «torturados» y les decía «sé paciente, hijo mío, y entrégate a Dios».
Garzón, que participó en los Cursos de Verano que la Universidad Complutense de Madrid organiza en el municipio de San Lorenzo de El Escorial, dijo que la jerarquía católica expresaba ese mensaje como ejemplificación de que una cosa es ser víctima, lo cual lleva implícito ser inocente, y otra cosa, añadió, es ser «víctima culpable», lo cual implica ser un «victimario».
Durante su intervención, el juez preguntó al ponente Juan José Tamayo Acosta, director de la Cátedra de Teología y Ciencias de la religión «Ignacio Ellacuría» de la Universidad Carlos III de Madrid, si «seguía teniendo esperanza en la jerarquía de la Iglesia» católica cuando ésta no se ha caracterizado por iniciar acciones «reclamando justicia» por el asesinato en 1989 de los seis jesuitas vinculados a la Teología de la Liberación fallecidos en El Salvador,
Garzón, que participó en los Cursos de Verano que la Universidad Complutense de Madrid organiza en el municipio de San Lorenzo de El Escorial, dijo que la jerarquía católica expresaba ese mensaje como ejemplificación de que una cosa es ser víctima, lo cual lleva implícito ser inocente, y otra cosa, añadió, es ser «víctima culpable», lo cual implica ser un «victimario».
Durante su intervención, el juez preguntó al ponente Juan José Tamayo Acosta, director de la Cátedra de Teología y Ciencias de la religión «Ignacio Ellacuría» de la Universidad Carlos III de Madrid, si «seguía teniendo esperanza en la jerarquía de la Iglesia» católica cuando ésta no se ha caracterizado por iniciar acciones «reclamando justicia» por el asesinato en 1989 de los seis jesuitas vinculados a la Teología de la Liberación fallecidos en El Salvador,