Pero el coco esta en España, pero en las prosimas elecciones, los vamos a poner delas vallas de Melilla para fuera, para que seponggan morenitos, y sise ponen tontos le tiramos unas pelotas de goma.
Vuelve el miedo
Los nervios de los populares se multiplican. El facherío, parte del cual lidera, al parecer, el empresario valenciano Vicente Boluda, ha lanzado una proclama propia evidentemente del fascismo. Vuelve el miedo. ¡Recordad el 36! ¡Se hunde el PP y el presidente de la nada, marcado in crescendo por la corrupción, según el juez Ruz, no toca pie con bola!
Un desvarío
De pronto, sin embargo, José Luis Rodríguez Zapatero da la impresión de haberse empeñado en parecer, ante la ciudadanía, un verso libre. Sus elogios a Podemos, porque no son -viene a decir él- un partido de populistas y sí de socialdemócratas, generan, como mínimo, un cierto desvarío difícilmente entendible.
Sueños ahora imposibles
Cuando Pablo Iglesias ha tropezado, sin duda, en Andalucía y se encuentra por debajo de sus sueños por ahora imposibles, resulta que el expresidente, que ya visitó hace meses al líder del oportunismo, trata a Iglesias como si fuera una especie de santito vinculado a Ferraz. ¡Cosas veremos, Zapatero!
Vuelve el miedo
Los nervios de los populares se multiplican. El facherío, parte del cual lidera, al parecer, el empresario valenciano Vicente Boluda, ha lanzado una proclama propia evidentemente del fascismo. Vuelve el miedo. ¡Recordad el 36! ¡Se hunde el PP y el presidente de la nada, marcado in crescendo por la corrupción, según el juez Ruz, no toca pie con bola!
Un desvarío
De pronto, sin embargo, José Luis Rodríguez Zapatero da la impresión de haberse empeñado en parecer, ante la ciudadanía, un verso libre. Sus elogios a Podemos, porque no son -viene a decir él- un partido de populistas y sí de socialdemócratas, generan, como mínimo, un cierto desvarío difícilmente entendible.
Sueños ahora imposibles
Cuando Pablo Iglesias ha tropezado, sin duda, en Andalucía y se encuentra por debajo de sus sueños por ahora imposibles, resulta que el expresidente, que ya visitó hace meses al líder del oportunismo, trata a Iglesias como si fuera una especie de santito vinculado a Ferraz. ¡Cosas veremos, Zapatero!