Soy uno mas de los domingeros que junto a mi mujer un buen dia hicimos la vitita de rigor a este pueblo sin saber que el encanto y embrujo de este lugar nos envolveria, hasta el punto de no poder pasar mas de dos semanas sin volver, hablar con sus buenas gentes y beber ese magnifico vino que te alegra el alma. Pues si amigos si quereis esa tranquilidad y paz interior que a veces necesitamos no dejeis de ir a Robledillo pero por favor no bebais mucho vino no sea que luego no haya para mi. Un abrazo a todos y no dejeis de visitar este lugar maravilloso Antonio y Aurora.