(MÉDICOS, MEDICINAS Y REMEDIOS, 3ª PARTE).-
“al bicho” se le alimentaba con diversos productos. No faltó quien introdujera en el conducto auditivo unas finas tiras de jamón, si lo había, o tocino que era más corriente.
El niño ha crecido, y un buen día la madre observa que “está más colorao que un pavo” debido a tener tan alta la fiebre que a poco saldría ardiendo, presentando además unas pintas por alguna parte del cuerpo. Era fácil deducir que había llegado el sarampión. ¡A la cama!, tapado hasta ... (ver texto completo)
“al bicho” se le alimentaba con diversos productos. No faltó quien introdujera en el conducto auditivo unas finas tiras de jamón, si lo había, o tocino que era más corriente.
El niño ha crecido, y un buen día la madre observa que “está más colorao que un pavo” debido a tener tan alta la fiebre que a poco saldría ardiendo, presentando además unas pintas por alguna parte del cuerpo. Era fácil deducir que había llegado el sarampión. ¡A la cama!, tapado hasta ... (ver texto completo)