De
salorino mis raíces. Ni mi padre pudo jugar allí. Pero fuimos a conoceros mi hija y yo y volvimos encantadas. Al hablar, el acento me trajo recuerdos de unos años con la
familia, buenas personas todas ellas. Encontramos en el
pueblo buena gente, nos acogieron con respeto y creo que hasta con cariño, y nos trajimos un gran viaje en el corazón. Muchísimas gracias. Podéis estar muy orgullosos del pueblo y sus gentes.
En cuanto pase la pandemia y se pueda viajar, allí iremos para que el resto de
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