Evocando mi infancia.
En los años 50 llegó la luz al
pueblo dejando mucho que desear su servicio, por lo que los niños cuando ibamos al
cine cada vez que había un apagón, y eran muy frecuentes, soliamos cantar:
La luz de este pueblo/es una porqueria/ se apaga de
noche/se enciende de día/por eso mi madre/no quiere pagar/ las cuatro cincuenta/de
Electricidad/Luego viene Casco/con mucha razón/si no me las pagas/te corto el cordón.
¡Lo pasabamos "guay" en el gallinero acompañando con palmas la canción
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