Mamá ha gustado esta foto de la plaza con el Ayuntamiento al fondo, la misma me trae recuerdos de mi niñez. En la plaza vivía tío Arturo que tenía una fragua y dos galgos. Cada mañana abría la puerta de su casa y los animales salían corriendo hacía el campo. A media mañana regresaban con una o dos liebres en la boca. También Jeronimo tenía una fragua, igualmente en la plaza, y en su casa tenía un bar en la parte baja y en el denominado "doblao", durante algún tiempo, se celebraba el baile de los domingos, el de las fiestas del pueblo, que como eran en pleno mes de Julio sudábamos la gota gorda, y el de las bodas, que por regla general siempre eran en Septiembre. Aún recuerdo al músico, era cojo, se llamaba Mario, vivía en Robledillo de Trujillo y tocaba un saxofón. Durante las fiestas de nuestra Patrona Santa Ana en la plaza se instalaban dos aatracciones de feria, una conocida como "las barcas" que eran como uno columpios con la caja en forma de barca y el que las montaba tenía darlas impulso por si mismo y, claro, había piques entre los mozos para ver quien era el que lograba subir más alto. A la otra la conociamos como "las voladoras" y eran unos pequeños asientos que colgaban de la atracción por medio de cadenas. Cuando empezaban a dar vueltas, en pleno vuelo y a base de impulsos, intentabamos llegar al asiento que iba delante y cuando lo cogiamos de una fuerta patada lo lanzabamos lo más lejos posible, esto lo haciamos, preferentemente, cuando la que iba delante era una chica.
Buenos no quiero cansaros más. Yo soy Mario Figueroa Trinidad.
Buenos no quiero cansaros más. Yo soy Mario Figueroa Trinidad.