Al día siguiente al aterdecer, cuando cantaba el Cuco, quise coger una Rana, pero por descuido me moje los Pantalones y para secarlos hice una enorme Fogata, pero sin darme cuenta por un Bujerito, me estaba atentamente observando el amigo Charran, sentado en una piedra con su enorme Culon
Atte. Luceros.
Atte. Luceros.