PARA PIEL DE NARANJA.
En algún apartado rincón del universo centelleante, desparramado en innumerables sistemas solares, hubo una vez un astro en el que animales inteligentes inventaron el conocimiento. Fue el minuto más altanero y falaz de la Historia Universal pero, a fin de cuentas, sólo un minuto. Tras breves respiraciones de la naturaleza, el astro se heló y los animales inteligentes hubieron de perecer
Solo quedastes tú Piel de Naranja.
Que te parece, si mientras te preparas para pasar la y. Te. V., dejas de meterte con mi persona.
Andrés Miguel.
En algún apartado rincón del universo centelleante, desparramado en innumerables sistemas solares, hubo una vez un astro en el que animales inteligentes inventaron el conocimiento. Fue el minuto más altanero y falaz de la Historia Universal pero, a fin de cuentas, sólo un minuto. Tras breves respiraciones de la naturaleza, el astro se heló y los animales inteligentes hubieron de perecer
Solo quedastes tú Piel de Naranja.
Que te parece, si mientras te preparas para pasar la y. Te. V., dejas de meterte con mi persona.
Andrés Miguel.