<<<<<<<<<<<<<<Claro que ha estudiado, lo que le ocurre es que los años no pasan en balde, y el ser humano se marchita como las flores, incluso la enseñanza que aprendes en la universidad se marchita, al aparecer nuevos conceptos en la manera de ser de las cosas, se conoce vulgarmente con el nombre de “desactualizado”. Si un antepasado, resucitara hoy, no entendería la mayor parte de las cosas. Apagaría la “luz” eléctrica, soplando como se hace con una vela. De aquí que no exista la “resurrección de los muertos”. La naturaleza es muy sabia.
Imaginar que a la señoría Divar la colocáis delante de un ordenador, con algún programa de Excel, por no decir otro cualquiera, observaríamos la gran torpeza de este hombre envejecido.>>>>>>>>>>>>>>>>>>
Saluda la piel de naranja.
06/06/2012
Lo que nos faltaba por ver a los españoles es que el juez que ostenta la mayor representación en España del Poder Judicial --no se olvide que con el Ejecutivo y el Legislativo es un pilar del Estado de Derecho-- tiene una conducta privada más propia de los defraudadores que de las personas intachables. Pero así son las cosas. Carlos Dívar, presidente del Consejo General del Poder Judicial, el máximo órgano de gobierno de los jueces, y del Tribunal Supremo, la instancia judicial ordinaria de mayor rango, está enredado en una historia de dinero público para actividades que tienen toda la pinta de ser privadas. Cada día que pasa salen a la luz más datos que hacen pensar que el juez Dívar se ha puesto el presupuesto público por montera, y que, como un pícaro, aprovecha un acto cerca o menos cerca de Marbella (algunos a más de 200 kilómetros) para que le paguemos una estancia a cuerpo de rey unos cuantos días. Y mientras, cinco millones de españoles en el paro, y el resto con los sueldos, en el mejor de los casos, congelados, cuando no brutalmente recortados. Si pensábamos que la justicia debe estar cercana al ciudadano, Dívar nos recuerda con su comportamiento que es elitista, insolidaria y ciega al destino de nuestro país.
Ni siquiera el máximo juez español puede apelar a la presunción de inocencia porque ha tenido todas las oportunidades del mundo para dar una mínima explicación de que el dinero público que se le atribuye despilfarrado se ha gastado con corrección y lógica. Y no lo ha hecho. Se ha exculpado, ha dicho que tiene la conciencia tranquila, como si eso fuera importante para los españolitos, y punto final. Si fuera capaz de poner los intereses del poder que representa por encima de los propios --y debería hacerlo una persona que se reclama tan religiosa-- no podría estar un minuto más ocupando el cargo.
José Luis González Sanjuan **
Badajoz
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• Por alius: 10:43. 06.06.2012
Lo de Dívar, en su comparecencia de hace unos días, fue realmente patético: la portavoz sosteniéndole los papeles, casi casi atendiéndolo como a un abuelo impotente, y desde luego, que este hombre sea el presidente del Tribunal Supremo... realmente no sabe expresarse, pero ¿este hombre ha estudiado? y, encima, negándolo todo, como los imputados en los juicios: yo no he sido, yo no sé nada, yo no estaba alli... realmente penoso.
Por Desconcertado: 07:29. 06.06.2012
Disponer del dinero de los contribuyentes sin dar explicación alguna, ¿es admisible? Hay normas típicas de siglos pasados.
Imaginar que a la señoría Divar la colocáis delante de un ordenador, con algún programa de Excel, por no decir otro cualquiera, observaríamos la gran torpeza de este hombre envejecido.>>>>>>>>>>>>>>>>>>
Saluda la piel de naranja.
06/06/2012
Lo que nos faltaba por ver a los españoles es que el juez que ostenta la mayor representación en España del Poder Judicial --no se olvide que con el Ejecutivo y el Legislativo es un pilar del Estado de Derecho-- tiene una conducta privada más propia de los defraudadores que de las personas intachables. Pero así son las cosas. Carlos Dívar, presidente del Consejo General del Poder Judicial, el máximo órgano de gobierno de los jueces, y del Tribunal Supremo, la instancia judicial ordinaria de mayor rango, está enredado en una historia de dinero público para actividades que tienen toda la pinta de ser privadas. Cada día que pasa salen a la luz más datos que hacen pensar que el juez Dívar se ha puesto el presupuesto público por montera, y que, como un pícaro, aprovecha un acto cerca o menos cerca de Marbella (algunos a más de 200 kilómetros) para que le paguemos una estancia a cuerpo de rey unos cuantos días. Y mientras, cinco millones de españoles en el paro, y el resto con los sueldos, en el mejor de los casos, congelados, cuando no brutalmente recortados. Si pensábamos que la justicia debe estar cercana al ciudadano, Dívar nos recuerda con su comportamiento que es elitista, insolidaria y ciega al destino de nuestro país.
Ni siquiera el máximo juez español puede apelar a la presunción de inocencia porque ha tenido todas las oportunidades del mundo para dar una mínima explicación de que el dinero público que se le atribuye despilfarrado se ha gastado con corrección y lógica. Y no lo ha hecho. Se ha exculpado, ha dicho que tiene la conciencia tranquila, como si eso fuera importante para los españolitos, y punto final. Si fuera capaz de poner los intereses del poder que representa por encima de los propios --y debería hacerlo una persona que se reclama tan religiosa-- no podría estar un minuto más ocupando el cargo.
José Luis González Sanjuan **
Badajoz
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• Por alius: 10:43. 06.06.2012
Lo de Dívar, en su comparecencia de hace unos días, fue realmente patético: la portavoz sosteniéndole los papeles, casi casi atendiéndolo como a un abuelo impotente, y desde luego, que este hombre sea el presidente del Tribunal Supremo... realmente no sabe expresarse, pero ¿este hombre ha estudiado? y, encima, negándolo todo, como los imputados en los juicios: yo no he sido, yo no sé nada, yo no estaba alli... realmente penoso.
Por Desconcertado: 07:29. 06.06.2012
Disponer del dinero de los contribuyentes sin dar explicación alguna, ¿es admisible? Hay normas típicas de siglos pasados.