RODRIGUEZmeridaextremadura. elperiodico. com 09/06/2012
La escritora y periodista Pilar Urbano (Valencia, 1940) presentó en la feria del libro de Mérida El precio del trono (Planeta), el resultado de siete años de trabajo y de rebuscar en las cavernas del poder para contar cómo se autofabrica un rey.
-- ¿Por qué este libro?
--La gente tiene miedo a la verdad o prefiere seguir narcotizada con la mentira oficial. En España seguimos bajo el lacre del secreto, con la clasificación de secretos que en otros países no ocurre. Hace poco fui a pedir unos documentos al Ministerio de Exteriores y me dicen que tengo que esperar 90 años. La señora Chacón --exministra de Defensa-- ha bajado 10.000 legajos para que se desclasifiquen, desde la República hasta que don Juan Carlos jura como rey. Es nuestra historia y tengo derecho a saberlo. No es una insolencia impertinente, es el derecho a saber si Alfonso XIII financió el golpe de estado de Franco, y cuándo se firma y con quién, o quien mató a Carrero Blanco, por supuesto ETA, pero también la CIA, pero cómo y por qué, a disponer de la agenda de Kissinger, de la CIA, del ministro, de ETA, o saber si Franco organiza la boda de los Reyes, y si el Rey negocia con el marqués de Villaverde que Franco se retire en vida y si pide a la CIA que le pongan un espía --el profesor de esgrima-- porque sus padrinos son los EEUU, y todo está documentado. En el libro hay muchas cosas que el Rey no sabía.
-- ¿Cómo lo hizo Juan Carlos?
--Juan Carlos tenía una doble personalidad, ante Franco tenía que ser un príncipe emancipado de su padre y ante su padre, un hijo sometido y lo resuelve a lo Borbón: querer a mi padre y obedecer a Franco, hacer valer la legitimidad del Borbón pero mi futuro es Franco.
-- ¿Cómo se consigue llegar a esas fuentes?
--Por una parte, están los documentos, archivos privados y oficiales y la mangancia de los altos cargos cuando dejan las presidencias del gobierno o los ministerios, se llevan documentos a casa y cuando mueren, sus hijos te permiten verlos. Y por otra, los testigos, ese traductor con cara de lechuguino que está detrás de Juan Carlos y de Nixon y que se enteró de la conversación... tienen nombres y son localizables.
-- ¿Ha sufrido presiones?.
--Ni presiones, ni amenazas. He trabajado con mucha libertad y no he pedido permiso ni al Rey, ni a la CIA, ni a nadie. No mitifiquemos al periodista de investigación: es un historiador que, además, añade al testigo vivo, la voz. Solo hace falta paciencia.
-- ¿Y cuál es el balance ahora?
--Desmitificando cosas, quintando prendas que ha colgado en la vitrina, destaco que se despojó de todo el poder con la Constitución, nos dio patente de ciudadanía. Y tiene una representación que abre los foros internacionales y que no lo consiguen los jefes de gobierno. Y ese es el rey que nos interesa.
Saluda la piel de naranja
La escritora y periodista Pilar Urbano (Valencia, 1940) presentó en la feria del libro de Mérida El precio del trono (Planeta), el resultado de siete años de trabajo y de rebuscar en las cavernas del poder para contar cómo se autofabrica un rey.
-- ¿Por qué este libro?
--La gente tiene miedo a la verdad o prefiere seguir narcotizada con la mentira oficial. En España seguimos bajo el lacre del secreto, con la clasificación de secretos que en otros países no ocurre. Hace poco fui a pedir unos documentos al Ministerio de Exteriores y me dicen que tengo que esperar 90 años. La señora Chacón --exministra de Defensa-- ha bajado 10.000 legajos para que se desclasifiquen, desde la República hasta que don Juan Carlos jura como rey. Es nuestra historia y tengo derecho a saberlo. No es una insolencia impertinente, es el derecho a saber si Alfonso XIII financió el golpe de estado de Franco, y cuándo se firma y con quién, o quien mató a Carrero Blanco, por supuesto ETA, pero también la CIA, pero cómo y por qué, a disponer de la agenda de Kissinger, de la CIA, del ministro, de ETA, o saber si Franco organiza la boda de los Reyes, y si el Rey negocia con el marqués de Villaverde que Franco se retire en vida y si pide a la CIA que le pongan un espía --el profesor de esgrima-- porque sus padrinos son los EEUU, y todo está documentado. En el libro hay muchas cosas que el Rey no sabía.
-- ¿Cómo lo hizo Juan Carlos?
--Juan Carlos tenía una doble personalidad, ante Franco tenía que ser un príncipe emancipado de su padre y ante su padre, un hijo sometido y lo resuelve a lo Borbón: querer a mi padre y obedecer a Franco, hacer valer la legitimidad del Borbón pero mi futuro es Franco.
-- ¿Cómo se consigue llegar a esas fuentes?
--Por una parte, están los documentos, archivos privados y oficiales y la mangancia de los altos cargos cuando dejan las presidencias del gobierno o los ministerios, se llevan documentos a casa y cuando mueren, sus hijos te permiten verlos. Y por otra, los testigos, ese traductor con cara de lechuguino que está detrás de Juan Carlos y de Nixon y que se enteró de la conversación... tienen nombres y son localizables.
-- ¿Ha sufrido presiones?.
--Ni presiones, ni amenazas. He trabajado con mucha libertad y no he pedido permiso ni al Rey, ni a la CIA, ni a nadie. No mitifiquemos al periodista de investigación: es un historiador que, además, añade al testigo vivo, la voz. Solo hace falta paciencia.
-- ¿Y cuál es el balance ahora?
--Desmitificando cosas, quintando prendas que ha colgado en la vitrina, destaco que se despojó de todo el poder con la Constitución, nos dio patente de ciudadanía. Y tiene una representación que abre los foros internacionales y que no lo consiguen los jefes de gobierno. Y ese es el rey que nos interesa.
Saluda la piel de naranja