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ROCÍO ENTONADO 14/06/2012
Los alcaldes de Vivares, San Pedro de Mérida y Ruecas, junto a medio centenar de vecinos, se han manifestado esta mañana frente a las puertas de la Consejería de Salud y Política Social para exigir a la directora del Sepad, Cristina Herrera, que autorice ya la subvención de unos 50.000 euros anuales que reciben los municipios para mantener sus centros de día.
"Nos están tomando el pelo ya no podemos soportar más los gastos", dice el alcalde de Ruecas, Antonio Aguilera, que avisa que si antes del 30 de junio no ha recibido un adelanto de la ayuda, se verá obligado a cerrar el centro de día.
Tras la manifestación, han registrado un escrito en el que explican que son pueblos pequeños, que los ayuntamientos "no pueden sufragar los gastos y las empresas que los gestionan tampoco porque los bancos no dan crédito". Los manifestantes han organizado una sonora pitada a las puertas de la consejería que han acompañado con reclamos como “no es capricho, es una necesidad” o “nuestros mayores, ¿ahora dónde irán?”.
Sergio Diestro, alcalde de Vivares, destaca que si cierra el centro "los usuarios tendrían que volver a sus casas y sus hijos hacerse cargo de ellos, lo que repercutirá y cambiará el día a día de las familias y los propios ancianos, que están preocupados porque ahora tienen una asistencia, tienen cubiertas sus necesidades de comidas y cenas". Además, en este pueblo están terminando una obra que ha costado 35.000 euros para separar las instalaciones del centro de mayores de la asociación de pensionistas para que sea totalmente independiente del centro de día. "Si ahora se va a cerrar el centro de día, los 35.000 euros serán una inversión perdida", matiza Diestro.
En el caso de San Pedro de Mérida, el alcalde, Andrés Pérez, subraya que el ayuntamiento, que es el que gestiona directamente la instalación, "está acumulando un déficit tremendo" porque al no salir la orden, lleva sufragando los gastos del centro de día desde el mes de enero.
Saluda la piel de naranja.
Los alcaldes de Vivares, San Pedro de Mérida y Ruecas, junto a medio centenar de vecinos, se han manifestado esta mañana frente a las puertas de la Consejería de Salud y Política Social para exigir a la directora del Sepad, Cristina Herrera, que autorice ya la subvención de unos 50.000 euros anuales que reciben los municipios para mantener sus centros de día.
"Nos están tomando el pelo ya no podemos soportar más los gastos", dice el alcalde de Ruecas, Antonio Aguilera, que avisa que si antes del 30 de junio no ha recibido un adelanto de la ayuda, se verá obligado a cerrar el centro de día.
Tras la manifestación, han registrado un escrito en el que explican que son pueblos pequeños, que los ayuntamientos "no pueden sufragar los gastos y las empresas que los gestionan tampoco porque los bancos no dan crédito". Los manifestantes han organizado una sonora pitada a las puertas de la consejería que han acompañado con reclamos como “no es capricho, es una necesidad” o “nuestros mayores, ¿ahora dónde irán?”.
Sergio Diestro, alcalde de Vivares, destaca que si cierra el centro "los usuarios tendrían que volver a sus casas y sus hijos hacerse cargo de ellos, lo que repercutirá y cambiará el día a día de las familias y los propios ancianos, que están preocupados porque ahora tienen una asistencia, tienen cubiertas sus necesidades de comidas y cenas". Además, en este pueblo están terminando una obra que ha costado 35.000 euros para separar las instalaciones del centro de mayores de la asociación de pensionistas para que sea totalmente independiente del centro de día. "Si ahora se va a cerrar el centro de día, los 35.000 euros serán una inversión perdida", matiza Diestro.
En el caso de San Pedro de Mérida, el alcalde, Andrés Pérez, subraya que el ayuntamiento, que es el que gestiona directamente la instalación, "está acumulando un déficit tremendo" porque al no salir la orden, lleva sufragando los gastos del centro de día desde el mes de enero.
Saluda la piel de naranja.