SANTA CRUZ DE LA SIERRA: P. CABECERA 03/07/2012...

P. CABECERA 03/07/2012

Eliminar definitivamente la receta en papel. Es la reclamación que realizan los farmacéuticos una vez que ha entrado en vigor el copago de medicamentos, ya que consideran que acarrea más problemas a la hora de tener los datos del usuario en todo lo relativo al pago que tiene que hacer y a la devolución del dinero que el SES debe realizar cuando sea necesario. "La receta que se hace a mano es mucho más débil porque el SES no puede imputarle al usuario ese gasto, mientras que la receta electrónica lleva un código de barras inequívoco", señala Cecilio Venegas, presidente del Consejo de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Extremadura, que destacó ayer la "normalidad" del primer día de copago con todas las farmacias extremeñas abiertas. Sin embargo, los usuarios tenían ayer muchas dudas y, sobre todo, quejas por tener que pagar medicinas que hasta ahora no pagaban. En Extremadura, según los datos aportados la pasada semana por la Consejería de Salud, en torno al 20% de las recetas actuales son en papel y se prescriben sobre todo en hospitales.

Por ello, Venegas considera que las recetas en papel "tienen que desaparecer", ya que "no es posible llevar la contabilidad que le abre el SES al usuario", mientras que la receta electrónica "guarda perfectamente todos los datos" y se trata de una cuestión "que hay que solucionar". Además, las autoridades sanitarias recomiendan a los pensionistas que guarden el tiquet de compra cuando hagan uso de la receta en papel, aunque hablan de que tiene un carácter residual. "No puede ser que de los centros de salud salgan recetas a mano porque al final no se le podrá imputar para devolverle el dinero al usuario", insiste el responsable de los farmacéuticos extremeños.

DENUNCIA CIUDADANA Ayer mismo, muchos ciudadanos acudieron a las farmacias de la región con recetas en papel. Sin embargo, la normalidad fue la nota predominante el primer día hábil del copago de medicamentos en la comunidad, al margen de muchas dudas que los usuarios del sistema sanitario tienen aún sobre esta cuestión. Dudas y quejas por tener que pagar, aunque, según Venegas, "lo están llevando bien, aunque te hacen muchísimas preguntas".

En este sentido, Manuel Pérez salía ayer de una céntrica farmacia emeritense algo enfadado por haber tenido que pagar algo más de un euro por una caja de pastillas para controlar su tensión que hasta ahora no le costaba nada. Es jubilado y cobra 600 euros. Lo peor, asegura, es que necesita una inyección anual para tratarse otro problema de salud y que cuesta 300 euros, por lo que teme que le suponga un buen desembolso económico. "A mí esto no me parece bien", insiste. De la misma farmacia sale una señora a la que le han cobrado casi 12 euros por varios medicamentos que necesita mensualmente. "Es pensionista y me parece fatal porque mi madre necesita muchas medicinas y ahora se encuentra con esto, pensionista como es, que cobra una pensión de viudedad", señala su hija, que no se fía del todo de que vayan a devolver el exceso de gasto cada seis meses, como está fijado.

También responsables de varias farmacias consultadas por este periódico reconocen que, siendo una situación muy novedosa y muy impopular, la normalidad fue predominante, aunque "los clientes están un poquito liados", comenta la farmacéutica Alejandra Caballero, que tiene su establecimiento en la capital extremeña, en declaraciones recogidas por Europa Press.