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LEY NATURAL.
El complejo mundo de la naturaleza y las combinaciones de sus elementos forman
los distinto minerales, vegetales y el mundo animal. A menudo se dice que la naturaleza
es sabia, sin pararnos a pensar los errores que comete la misma, dentro de los animales
se puede observar que una misma especie sufre distintas formaciones según la combinación
de los elemento que forman el animal como ser vivo, conocido es, animales que nacen con
dos cabezas, otros sin patas o manos, estos son defectos físicos que podemos apreciar
visualmente dentro de una cadena de la misma especie animal y que se diferencia con el
solo sentido de la vista.
La medicina legal tiene perfectamente claro que hay un gran número de enfermedades
que se transmiten de generación en generación a través del gen hereditario, como es el
cáncer, diabetes, psíquicas y otras muchas y numerosas que no se enumeran, que forman
toda una cadena familiar a lo largo de la existencia del ser vivo, y que se detectan con el
trabajo de la observación a la familia de quienes la padecen.
Mediante la teología y la filosofía se mide el estado de la conciencia del ser humano, lo
bueno y lo malo del alma, lama de la mente o “cerebrito mandrés” que sabe reconocer el
bien del mal.
En sicología, se entiende por “bien”, el orden en la combinación de las cosas, sea gen, materia,
o elementos que se combinan ordenadamente formando la “imagen” con la simetría del “enigma”. Se entiende por “mal”, gen, materia, o elementos que se combinan respecto de la “imagen”, obteniéndose el “enigma”, en desorden o desigualdad distinta de la “imagen”.
Es claro que necesitamos de una “imagen” para poder comparar el “enigma”.
Mira la imagen de tu mano izquierda y podrás ver la combinación de los elementos del “enigma”
que debidamente ordenados forman tu mano derecha, si ambas imágenes coinciden
en su simetría, se puede decir que “bien” lo ordenó la naturaleza. Sí por contra la “imagen” no
es coincidente con el “enigma”, se está en lo correcto afirmando que “mal” lo ordenó la naturaleza.
Queda más que claro que la naturaleza es muy poco ordenadora y más bien practica el
desorden, resultado este de aquello que se realiza con la ley caprichosa del azar.
Se necesita la “imagen” de un generoso para poder entender el “enigma” de un ratero.
Basta conocer la “imagen” de lo heterosexual, para saber el “enigma” de lo homosexual.
Conocida la “imagen” de lo incorruptible, es posible saber el “enigma” de lo corrupto.
Puede llamarse enfermedad cualquiera de los tres casos citados, ratero, homosexual y corrupto,
es verdaderamente claro que no, es una variación en la combinación de los elementos que forman
el ser, lo que se puede afirmar, es que las tres condiciones si se observan durante un periodo no
muy largo, en solo tres generaciones aparecen en la familia observada la repetición del desorden
de la combinación.
Quienes predican con la “charlatanería”, actos, cosas, existencias de seres, fronteras donde no las
hay, no sabiendo demostrarlo, por cualquier procedimiento, medio o modelo, no cabe la menor duda que estamos ante un “engaño”, es decir en una “mentira”, venga de la jerarquía que venga.
¿Quien puede demostrar que entre España y Francia existe una frontera?. O de tantas otras que hay
en el mundo. Ninguna frontera existe, para ningún otro “animal”, que no sea el hombre, luego no
hay tal frontera. Solo hay una variación en la combinación engañosa de vivir, con la mentira.
Para razonar lo que se ha expuesto hasta ahora, se escribe una matriz rectangular, formada por cien
elementos, dispuestos en diez columnas de diez filas en cada columna, que obedecen a las formulaciones matemáticas de las combinaciones de (n!) número de elementos, en grupos de (k) elementos. Se pueden contemplar las combinaciones = n!/k!* (n-k)!); a su vez las permutaciones
contenidas y que avala la formula de las permutaciones = n!/ (n-k)!; claramente dividiremos la
rectangular matriz sin determinantes, en tres zonas que se bautizan con los nombres de “imagen”, “enigma” y la línea de simetría que separa las dos zonas que en matemática se llaman “repeticiones”
que son grupos de elementos repetidos igual al número de elementos que forman la matriz, obedeciendo todos sus grupos formados, al cuadrado del número de elementos (n2).
En el ejemplo demostrativo se combinan diez números (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 0) en grupos de
dos números, n = 10 y k =2; comprobar (n2) = 10X10 = 100 grupos combinados.
Número de combinaciones = n! / k!* (n-k)! = 10!/2!* (10-2)! = 45. Lo bautizado con “imagen”.
Número de permutaciones = n! / (n-k)! = 10!/ (10-2)! = 90. Llamado la “imagen” más el “enigma”.
Número que se repiten = al número de elementos a combinar = n = 10. Eje de simetría de la
“imagen” y el “enigma”.
Condiciones matemáticas: n2 = permutaciones + n repeticiones = 10*10 = 100 = 90+10.
Luego las permutaciones = n2 – n repeticiones; permutaciones = imagen + enigma.
Concluyendo que n2 = imagen + enigma + n repeticiones.
El cuadrado de los “n” números que forman el campo es igual a la “imagen” más el “enigma” (simetría de la imagen, a veces el enigma aparece desordenado respecto de la imagen, razón esta
que define la mal formación, o dicho de otra manera la “tara” física), más los “n” números repetidos,
que forman la matriz rectangular del campo.
11-09-08-07-06-05-04-03-02-01
12-22-98-97-96-95-94-93-92-91
13-23-33-87-86-85-84-83-82-81
14-24-34-44-76-75-74-73-71-71
15-25-35-45-55-65-64-63-62-61
16-26-36-46-56-66-54-53-52-51
17-27-37-47-57-67-77-43-42-41
18-28-38-48-58-68-78-88-32-31
19-29-39-49-59 69-79-89-99-21
10-20-30-40-50-60-70-80-90-00
Comprobar en la matriz rectangular sin determinante, que de izquierda a derecha y de arriba a bajo, se encuentran en forma diagonal las “n” repeticiones (11, 22, 33, 44, 55, 66, 77, 88,99,00).
Bajo esta diagonal de izquierda a derecha y de arriba a bajo, formando base, se encuentran
las combinaciones, en número de cuarenta y cinco (contar), lo que se llama “imagen” de la
combinación. Por encima de la diagonal de izquierda a derecha y de arriba a bajo, formando
techo, se encuentra el “enigma” de la combinación, en número de cuarenta y cinco (contar),
comprobando dos cosas, primero el número es coincidente con la “imagen” (45), pero no lo es
su orden de simetría, respecto la diagonal de las repeticiones.
Este caso representa una “imagen” con el “enigma” desordenado; nuestras dos manos
jamás serán simétrica.
Para poder ver con más claridad, la “imagen” y el “enigma”, ampliando el zum de la imaginación,
se ha representado en un campo más amplio, creando 90 espacios vacíos (00) en 19 columnas,
formadas en filas de diez grupos, la columna del centro que forman las “repeticiones” esta vez dispuestas de manera vertical. El “enigma” ordenado aparece a la derecha de la columna de
repeticiones, esta vez formando base sobre la fila inferior.
En esta representación grafica se puede apreciar que la “imagen” y el “enigma” forma simetría
con la columna vertical de las repeticiones; nuestras dos manos tomadas como ejemplo serán
simétricas.
00-00-00-00-00-00-00-00-00-11- 00-00-00-00-00-00-00-00-00
12-00-00-00-00-00-00-00-00-22- 00-00-00-00-00-00-00-00-21
13-23-00-00-00-00-00-00-00-33- 00-00-00-00-00-00-00-32-31
14-24-34-00-00-00-00-00-00-44- 00-00-00-00-00-00-43-42-41
15-25-35-45-00-00-00-00-00-55- 00-00-00-00-00-54-53-52-51
16-26-36-46-56-00-00-00-00-66- 00-00-00-00-65-64-63-62-61
17-27-37-47-57-67-00-00-00-77- 00-00-00-76-75-74-73-72-71
18-28-38-48-58-68-78-00-00-88- 00-00-87-86-85-84-83-82-81
19-29-39-49-59-69-79-89-00-99- 00-98-97-96-95-94-93-92-91
10-20-30-40-50-60-70-80-90-oo- 09-08-07-06-05-04-03-02-01
Otro claro ejemplo clásico, de la “imagen” y el “enigma” dispuesto en bebido orden simétrico
respecto la diagonal de las repeticiones (11, 22, 33, 44, 55, 66, 77, 88, 99, 00).
11-21-31-41-51-61-71-81-91-01
12-22-32-42-52-62-72-82-92-02
13-23-33-43-53-63-73-83-93-03
14-24-34-44-54-64-74-84-94-04
15-25-35-45-55-65-75-85-95-05
16-26-36-46-56-66-76-86-96-06
17-27-37-47-57-67-77-87-97-07
18-28-38-48-58-68-78-88-98-08
19-29-39-49-59-69-79-89-99-09
10-20-30-40-50-60-70-80-90-00
Si tomamos las “manos = monas” como ejemplo, se puede afirmar que la ley natural ordenó correctamente todos los elementos que forman la “imagen” el “enigma” y las repeticiones.
Del estudio se deduce:
El ladrón siempre será ladrón o ratero, es condición natural de los elementos combinatorios que forman su mente atrofiada o desordenada, es un claro ejemplo psíquico, su manera de pensar no puede cambiar si no se ordenan los elementos que forman el mapa de su genoma humano.
El cojo siempre será cojo, si no se ordenan sus elementos mediante la reproducción y crianza (huerto de reproductor de células y órganos), pasando al taller de cirugía de reparación del cuerpo humano, es un claro ejemplo de lo físico, que no combina bien la naturaleza,
Desde Madrid: Angelines Fuertes.
El complejo mundo de la naturaleza y las combinaciones de sus elementos forman
los distinto minerales, vegetales y el mundo animal. A menudo se dice que la naturaleza
es sabia, sin pararnos a pensar los errores que comete la misma, dentro de los animales
se puede observar que una misma especie sufre distintas formaciones según la combinación
de los elemento que forman el animal como ser vivo, conocido es, animales que nacen con
dos cabezas, otros sin patas o manos, estos son defectos físicos que podemos apreciar
visualmente dentro de una cadena de la misma especie animal y que se diferencia con el
solo sentido de la vista.
La medicina legal tiene perfectamente claro que hay un gran número de enfermedades
que se transmiten de generación en generación a través del gen hereditario, como es el
cáncer, diabetes, psíquicas y otras muchas y numerosas que no se enumeran, que forman
toda una cadena familiar a lo largo de la existencia del ser vivo, y que se detectan con el
trabajo de la observación a la familia de quienes la padecen.
Mediante la teología y la filosofía se mide el estado de la conciencia del ser humano, lo
bueno y lo malo del alma, lama de la mente o “cerebrito mandrés” que sabe reconocer el
bien del mal.
En sicología, se entiende por “bien”, el orden en la combinación de las cosas, sea gen, materia,
o elementos que se combinan ordenadamente formando la “imagen” con la simetría del “enigma”. Se entiende por “mal”, gen, materia, o elementos que se combinan respecto de la “imagen”, obteniéndose el “enigma”, en desorden o desigualdad distinta de la “imagen”.
Es claro que necesitamos de una “imagen” para poder comparar el “enigma”.
Mira la imagen de tu mano izquierda y podrás ver la combinación de los elementos del “enigma”
que debidamente ordenados forman tu mano derecha, si ambas imágenes coinciden
en su simetría, se puede decir que “bien” lo ordenó la naturaleza. Sí por contra la “imagen” no
es coincidente con el “enigma”, se está en lo correcto afirmando que “mal” lo ordenó la naturaleza.
Queda más que claro que la naturaleza es muy poco ordenadora y más bien practica el
desorden, resultado este de aquello que se realiza con la ley caprichosa del azar.
Se necesita la “imagen” de un generoso para poder entender el “enigma” de un ratero.
Basta conocer la “imagen” de lo heterosexual, para saber el “enigma” de lo homosexual.
Conocida la “imagen” de lo incorruptible, es posible saber el “enigma” de lo corrupto.
Puede llamarse enfermedad cualquiera de los tres casos citados, ratero, homosexual y corrupto,
es verdaderamente claro que no, es una variación en la combinación de los elementos que forman
el ser, lo que se puede afirmar, es que las tres condiciones si se observan durante un periodo no
muy largo, en solo tres generaciones aparecen en la familia observada la repetición del desorden
de la combinación.
Quienes predican con la “charlatanería”, actos, cosas, existencias de seres, fronteras donde no las
hay, no sabiendo demostrarlo, por cualquier procedimiento, medio o modelo, no cabe la menor duda que estamos ante un “engaño”, es decir en una “mentira”, venga de la jerarquía que venga.
¿Quien puede demostrar que entre España y Francia existe una frontera?. O de tantas otras que hay
en el mundo. Ninguna frontera existe, para ningún otro “animal”, que no sea el hombre, luego no
hay tal frontera. Solo hay una variación en la combinación engañosa de vivir, con la mentira.
Para razonar lo que se ha expuesto hasta ahora, se escribe una matriz rectangular, formada por cien
elementos, dispuestos en diez columnas de diez filas en cada columna, que obedecen a las formulaciones matemáticas de las combinaciones de (n!) número de elementos, en grupos de (k) elementos. Se pueden contemplar las combinaciones = n!/k!* (n-k)!); a su vez las permutaciones
contenidas y que avala la formula de las permutaciones = n!/ (n-k)!; claramente dividiremos la
rectangular matriz sin determinantes, en tres zonas que se bautizan con los nombres de “imagen”, “enigma” y la línea de simetría que separa las dos zonas que en matemática se llaman “repeticiones”
que son grupos de elementos repetidos igual al número de elementos que forman la matriz, obedeciendo todos sus grupos formados, al cuadrado del número de elementos (n2).
En el ejemplo demostrativo se combinan diez números (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 0) en grupos de
dos números, n = 10 y k =2; comprobar (n2) = 10X10 = 100 grupos combinados.
Número de combinaciones = n! / k!* (n-k)! = 10!/2!* (10-2)! = 45. Lo bautizado con “imagen”.
Número de permutaciones = n! / (n-k)! = 10!/ (10-2)! = 90. Llamado la “imagen” más el “enigma”.
Número que se repiten = al número de elementos a combinar = n = 10. Eje de simetría de la
“imagen” y el “enigma”.
Condiciones matemáticas: n2 = permutaciones + n repeticiones = 10*10 = 100 = 90+10.
Luego las permutaciones = n2 – n repeticiones; permutaciones = imagen + enigma.
Concluyendo que n2 = imagen + enigma + n repeticiones.
El cuadrado de los “n” números que forman el campo es igual a la “imagen” más el “enigma” (simetría de la imagen, a veces el enigma aparece desordenado respecto de la imagen, razón esta
que define la mal formación, o dicho de otra manera la “tara” física), más los “n” números repetidos,
que forman la matriz rectangular del campo.
11-09-08-07-06-05-04-03-02-01
12-22-98-97-96-95-94-93-92-91
13-23-33-87-86-85-84-83-82-81
14-24-34-44-76-75-74-73-71-71
15-25-35-45-55-65-64-63-62-61
16-26-36-46-56-66-54-53-52-51
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18-28-38-48-58-68-78-88-32-31
19-29-39-49-59 69-79-89-99-21
10-20-30-40-50-60-70-80-90-00
Comprobar en la matriz rectangular sin determinante, que de izquierda a derecha y de arriba a bajo, se encuentran en forma diagonal las “n” repeticiones (11, 22, 33, 44, 55, 66, 77, 88,99,00).
Bajo esta diagonal de izquierda a derecha y de arriba a bajo, formando base, se encuentran
las combinaciones, en número de cuarenta y cinco (contar), lo que se llama “imagen” de la
combinación. Por encima de la diagonal de izquierda a derecha y de arriba a bajo, formando
techo, se encuentra el “enigma” de la combinación, en número de cuarenta y cinco (contar),
comprobando dos cosas, primero el número es coincidente con la “imagen” (45), pero no lo es
su orden de simetría, respecto la diagonal de las repeticiones.
Este caso representa una “imagen” con el “enigma” desordenado; nuestras dos manos
jamás serán simétrica.
Para poder ver con más claridad, la “imagen” y el “enigma”, ampliando el zum de la imaginación,
se ha representado en un campo más amplio, creando 90 espacios vacíos (00) en 19 columnas,
formadas en filas de diez grupos, la columna del centro que forman las “repeticiones” esta vez dispuestas de manera vertical. El “enigma” ordenado aparece a la derecha de la columna de
repeticiones, esta vez formando base sobre la fila inferior.
En esta representación grafica se puede apreciar que la “imagen” y el “enigma” forma simetría
con la columna vertical de las repeticiones; nuestras dos manos tomadas como ejemplo serán
simétricas.
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16-26-36-46-56-00-00-00-00-66- 00-00-00-00-65-64-63-62-61
17-27-37-47-57-67-00-00-00-77- 00-00-00-76-75-74-73-72-71
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10-20-30-40-50-60-70-80-90-oo- 09-08-07-06-05-04-03-02-01
Otro claro ejemplo clásico, de la “imagen” y el “enigma” dispuesto en bebido orden simétrico
respecto la diagonal de las repeticiones (11, 22, 33, 44, 55, 66, 77, 88, 99, 00).
11-21-31-41-51-61-71-81-91-01
12-22-32-42-52-62-72-82-92-02
13-23-33-43-53-63-73-83-93-03
14-24-34-44-54-64-74-84-94-04
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17-27-37-47-57-67-77-87-97-07
18-28-38-48-58-68-78-88-98-08
19-29-39-49-59-69-79-89-99-09
10-20-30-40-50-60-70-80-90-00
Si tomamos las “manos = monas” como ejemplo, se puede afirmar que la ley natural ordenó correctamente todos los elementos que forman la “imagen” el “enigma” y las repeticiones.
Del estudio se deduce:
El ladrón siempre será ladrón o ratero, es condición natural de los elementos combinatorios que forman su mente atrofiada o desordenada, es un claro ejemplo psíquico, su manera de pensar no puede cambiar si no se ordenan los elementos que forman el mapa de su genoma humano.
El cojo siempre será cojo, si no se ordenan sus elementos mediante la reproducción y crianza (huerto de reproductor de células y órganos), pasando al taller de cirugía de reparación del cuerpo humano, es un claro ejemplo de lo físico, que no combina bien la naturaleza,
Desde Madrid: Angelines Fuertes.