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SANTA CRUZ DE LA SIERRA: Capitulo 25...

Capitulo 25
Una vez llegaron a la venta Don Quijote no paro hasta encontrar al hombre que habían visto antes, ya que estaba impaciente por que le contara la historia de por que llevaba esas armas. Una vez lo encontró le comenzó a contar la siguiente historia: Un día en el pueblo en el que él vivía se le perdió un asno y junto con un amigo salieron a buscarlo al monte, donde decían que le habían visto por ultima vez. En el monte para llamar la atención del asno ambos hombres comenzaron a rebuznar por separado, momentos mas tarde encontraron al asno devorado por los lobos pero se quedaron con la anécdota de que rebuznaban tan bien que en varias ocasiones confundieron sus propios rebuznos con los del asno. A partir de ese día esa anécdota se conoció en los pueblos de la zona de tal manera que cuando alguien veía a un habitante de ese pueblo le rebuznaba en señal de burla. Entonces por eso el hombre aquel llevaba armas tan urgentemente a su pueblo ya que las necesitaban para enfrentarse con todos los pueblos que burlaban a sus compañeros de aldea.
En ese momento entró en la venta un hombre que sé hacia llamar Maese Pedro que explicó que era un titiritero que representaba en su pequeño escenario diversas historias y que además en su repertorio tenia un mono que le adivinaba todo lo pasado y presente.
Maese Pedro adivino que era Don Quijote y explico a todos lo que estaba haciendo en ese momento la mujer de Sancho y explico también que lo que había visto Don Quijote en la cueva de Montesinos había sido cierto a medias. Tras estas explicaciones quiso hacer una función en honor a Don Quijote.
Capitulo 26
Maese Pedro representó una historia en la cual Don Gaiferos liberaba a su esposa, Melisendra. La cual estaba cautiva de los moros en Sansueña.
Durante la actuación de Maese Pedro Don Quijote estuvo interviniendo constantemente para explicar lo que en la obra estaba sucediendo como si de pura realidad se tratara. Don Quijote en otro arrebato de locura desenvainó la espada destruyendo todos los muñecos de Maese Pedro ya que eran unos moros que perseguían a los "buenos" de la obra y Don Quijote como buen caballero quería ayudarlos a escapar. Don Quijote viendo lo que había hecho achacó su error a los encantadores que le habían embaucado.
A la mañana siguiente Maese Pedro se marchó muy pronto ya que no quería encontrarse con Don Quijote por sí le hacia otra de las suyas.
Capitulo 27
En realidad Maese Pedro era Ginés de Pasamonte uno de los galeotes a los que Don Quijote había liberado en anteriores aventuras. Ginés se había hecho titiritero y se ganaba la vida yendo por los pueblos, pero antes de entrar en cada pueblo se enteraba de cosas recientes que habían pasado y así fingía que el mono era adivino. Antes de entrar en la venta había reconocido a Don Quijote y así se pudo ganar la confianza de los que se encontraban en la venta.
Cuando Don Quijote se marchó de la venta se encontró al escuadrón del rebuzno que iba armado en busca de sus burladores. Don Quijote para evitar una tonta batalla les dijo a los del rebuzno que en este mundo solo había cuatro razones por las cuales había que coger las armas para pelear y se las nombró como estas: en defensa de la fe católica; en defensa de su propia vida; en defensa de la honra, la familia y la hacienda; o en servicio de su rey.
Ya estaban totalmente convencidos de dejar las armas cuando Sancho dijo que tampoco se debían enfadar tato por un rebuzno ya que él cuando era pequeño rebuznaba tan bien que todos los asnos de su pueblo le respondían. Y entonces Sancho emitió un fuerte rebuzno y uno de los del pueblo pesando que se estaba burlando del le tiro del asno y comenzaron a apedrear a Sancho y a Don Quijote, que había salido en su ayuda. Después de ser apedreados Sancho y Don Quijote salieron corriendo de cerca de los del pueblo del rebuzno.
Capitulo 28
Cuando Don Quijote y Sancho se dieron cuenta de que no les seguían se pararon y Don Quijote le reprochó a Sancho el que se hubiera puesto a rebuznar ya que estaba claro que con eso iba a conseguir que se enfadaran. Sancho le reprocho a su vez a Don Quijote el que se hubiera ido ya que nunca había visto a un caballero que dejara a su escudero atrás viendo como le apaleaban. Don Quijote respondió que en la historia otros muchos caballeros habían esperado otro momento para atacar mientras su escudero luchaba contra una multitud.
Continuaron su camino para mas tarde parar en una alameda a pasar la noche. Por el camino Sancho le dijo a Don Quijote que haría mejor yéndose a su casa ya que además de no ganar nada las deudas de Don Quijote hacia él mismo comenzaban a no pagarse nunca. Don Quijote al oír esto comenzó a insultar a Sancho diciéndole que era un asno y que nunca podría hacer nada para remediarlo, según Don Quijote lo único que tendría que hacer Sancho seria admitir lo bestia que era. Sancho al oír esto se echo a llorar admitiendo que era un asno sin remedio.
Entraron en la alameda y pasaron allí la noche. Al día siguiente prosiguieron su camino hacia Zaragoza.
Capitulo 29
A los dos día llegaron Don Quijote a la orilla del río Ebro donde Don Quijote vio un barco sin remos ni velas amarrados a la orilla. Don Quijote sé penso que era una nueva aventura en donde debía montarse en el barco e ir a rescatar a un caballero. A pesar de que Sancho le avisó que el barco era de unos pescadores Don Quijote no le hizo caso y se montaron ambos en la barca.
Una corriente les llevó hacia unas grandes aceñas que había en la mitad del río. Los molineros que vieron como Don Quijote y Sancho se iban sobre las ruedas de las aceñas les tiraron de la barca con unos palos yendo luego los molineros detrás de Don Quijote y Sancho para evitar que se ahogaran.
Después de esto los molineros le pidieron a Don Quijote que les pagara los daños, Don Quijote les dijo que lo aria con la condición de que liberaran al caballero que tenían prisionero. Los molineros al no entenderle le pidieron el dinero a Sancho el cual se lo dio sin ningún problema.
Don Quijote y Sancho viendo que esa aventura estaba reservada para otros caballeros se marcharon del lugar volviendo a su camino hacia Zaragoza.
Capitulo 30
Después de lo hecho se marcharon del río pensando cada cual en sus cosas, Don Quijote claro esta pensando en Dulcinea.
Al día siguiente de esta aventura, cuando Don Quijote y Sancho proseguían su camino encontraron a una Duquesa y a un Duque a los cuales Don Quijote presento su deseo e intención de servir en cuanto hiciese falta. La Duquesa y el Duque habían reconocido a Don Quijote ya que habían leído con anterioridad la primera parte del Quijote.
Don Quijote y Sancho acompañaron a los Duques hacia su castillo ya que ambos Duques eran lectores de libros de caballería y querían pasar unos días con Don Quijote.