Triste y sola se ve la Virgen con doce estrellas de "oro" y una cruz en su medio. Pepe Rodríguez.
Desde el castillo vemos la sierra de SantaCruz, la montaña mora por excelencia; los dos silos de trigo que el tiempo cerró y el viejo Trujillo de antaños de los siglos XV y XVI vistos desde el siglo XXI.
Bonita y empinada cuesta trujillana.
Caro salieron estos monumentos para dar pocas corridas al año, estos y otros quedaran para museos con el tiempo unidos a la historia de Trujillo.
Menudos pelaos de piedras tienen los peldaños, el arco resuelve muy bien dos cosas; la primera hace que el peso de la escalera sea menor y la segunda hace que la luz entre en el habitáculo por la ventana que hay en el arco.
Pero si los romanos no andaban por Trujillo en ese siglo, eran moros y santos de Fernando III; la torre Julia data de época romana, parece mentira lo bien que vestimos la historia.