La
Torre de las garitas o de los
Púlpitos, recibe este nombre de sus
esquina superiores. Originariamente un cubo almohade de tapial que defendía la
Puerta Nueva (
Arco de la Estrella), fue forrada y reconstruida en mampostería. El el siglo XVIII, Miguel de Mayoralgo obtuvo del Concejo el derecho de usufructo de la torre (a cambio de su mantenimiento), pudiendo construir un arco hacia su
palacio, "siempre que no se estrechase la
calle y que tuviera cinco varas de altura..."