¿Conocen a la abuela Bene?
Seguro que sí; pero por si acaso, les oriento un poco.
Es una de vuestras paisanas, si, extremeña de pura cepa, de vuestro pueblo, Serrejón, una de esas mujeres que trabajó la tierra de sol a sol para tirar de su plebe hacia adelante, en solitario pues por desgracia Primitivo, su “hombre” como ella le dice, un gélido invierno de hace muchos años le jugó sin quererlo una mala pasada y se fue a otro lugar, dicen que mejor, no sé, quizás sea así, desde el que posiblemente no los perdió de vista, y tal vez le haya ayudado a tirar del carro de alguna forma, seguro que encontró la manera de hacerlo, quizás con la colaboración de lo divino, ella lo tiene más que merecido.
Para nosotros la “abuela Bene”, es el máximo exponente de las buenas personas, de las buenas amigas, de las que se desviven por los demás, derrochadora de lo que generalmente se conoce como virtudes humanas. Crió en solitario a sus hijos dándoles lo que no podía, tal vez poco; pero suficiente, los hizo a su imagen y tal vez a la de su “hombre”, honrados, trabajadores, moldeándolos y haciéndolos personas de bien ¿qué más se le puede pedir?. Solo que esté con nosotros acompañándonos durante muchos años.
Aunque la veáis con su pelo blanco y plateado, teniendo como acompañante su muleta, no creéis que ha cesado, ya terminó con sus hijos, aunque siempre está pendiente de ellos; pero amigos, ha continuado con sus nietos y de seguro que seguirá con los que vengan, seguro que sí, tiene energía suficiente para hacerlo por muchos años y es lo que todos deseamos.
Como suele pasar, nuestra “abuela Bene”, al igual que cualquier oriundo de otro lugar, tiene su corazón partido, con morriña parecida a la gallega, por un lado cuando está fuera de su tierra, no es que no se encuentre a gusto, pues lo está al hacerlo en buena tierra de acogida y en compañía de parte de sus descendientes y amigos; pero por otro lado su otra mitad está en Serrejón donde también los tiene, y que al igual que sus amistades siempre le están esperando, a donde se desplaza en ocasiones para comprobar que todos están bien, y a la vez repartir y recibir los cariños tan merecidos.
Claro está que los cariños los recibe en cualquier lugar donde se encuentre y por personas que no le deben nada, solamente amistad, de la sincera, de la antigua, de esa que ahora no se lleva, pero que es muy necesaria para las buenas convivencias, para sentirse bien y que tanto nos reconforta.
No es fácil en los tiempos en que vivimos tener amigos. Para mi familia “la abuela Bene”, que la consideramos incluida, lo es y pensamos que somos correspondidos y eso es un premio gordo que le agradeceremos siempre.
Esta foto fue hecha el día de las Jornadas Extremeñas en Cataluña 2011, donde disfrutó de lo lindo junto a sus paisanos extremeños, familia y amigos, que no son pocos.
Gracias “abuela Bene” por acompañarnos. Seguro que de entre tantos amigos, sabes muy bien quienes somos los que te recordamos en estos medios tan modernos.
Te queremos. Un besote
Seguro que sí; pero por si acaso, les oriento un poco.
Es una de vuestras paisanas, si, extremeña de pura cepa, de vuestro pueblo, Serrejón, una de esas mujeres que trabajó la tierra de sol a sol para tirar de su plebe hacia adelante, en solitario pues por desgracia Primitivo, su “hombre” como ella le dice, un gélido invierno de hace muchos años le jugó sin quererlo una mala pasada y se fue a otro lugar, dicen que mejor, no sé, quizás sea así, desde el que posiblemente no los perdió de vista, y tal vez le haya ayudado a tirar del carro de alguna forma, seguro que encontró la manera de hacerlo, quizás con la colaboración de lo divino, ella lo tiene más que merecido.
Para nosotros la “abuela Bene”, es el máximo exponente de las buenas personas, de las buenas amigas, de las que se desviven por los demás, derrochadora de lo que generalmente se conoce como virtudes humanas. Crió en solitario a sus hijos dándoles lo que no podía, tal vez poco; pero suficiente, los hizo a su imagen y tal vez a la de su “hombre”, honrados, trabajadores, moldeándolos y haciéndolos personas de bien ¿qué más se le puede pedir?. Solo que esté con nosotros acompañándonos durante muchos años.
Aunque la veáis con su pelo blanco y plateado, teniendo como acompañante su muleta, no creéis que ha cesado, ya terminó con sus hijos, aunque siempre está pendiente de ellos; pero amigos, ha continuado con sus nietos y de seguro que seguirá con los que vengan, seguro que sí, tiene energía suficiente para hacerlo por muchos años y es lo que todos deseamos.
Como suele pasar, nuestra “abuela Bene”, al igual que cualquier oriundo de otro lugar, tiene su corazón partido, con morriña parecida a la gallega, por un lado cuando está fuera de su tierra, no es que no se encuentre a gusto, pues lo está al hacerlo en buena tierra de acogida y en compañía de parte de sus descendientes y amigos; pero por otro lado su otra mitad está en Serrejón donde también los tiene, y que al igual que sus amistades siempre le están esperando, a donde se desplaza en ocasiones para comprobar que todos están bien, y a la vez repartir y recibir los cariños tan merecidos.
Claro está que los cariños los recibe en cualquier lugar donde se encuentre y por personas que no le deben nada, solamente amistad, de la sincera, de la antigua, de esa que ahora no se lleva, pero que es muy necesaria para las buenas convivencias, para sentirse bien y que tanto nos reconforta.
No es fácil en los tiempos en que vivimos tener amigos. Para mi familia “la abuela Bene”, que la consideramos incluida, lo es y pensamos que somos correspondidos y eso es un premio gordo que le agradeceremos siempre.
Esta foto fue hecha el día de las Jornadas Extremeñas en Cataluña 2011, donde disfrutó de lo lindo junto a sus paisanos extremeños, familia y amigos, que no son pocos.
Gracias “abuela Bene” por acompañarnos. Seguro que de entre tantos amigos, sabes muy bien quienes somos los que te recordamos en estos medios tan modernos.
Te queremos. Un besote
No sabéis la alegría que me ha dado de ver a tia Bene. Estoy hasta llorando. Cuantos recuerdos, cuantas veces al ir a Barcelona me acordaba de ella, de María Jeús, de Primi, Paco, de tio Primi...... salí del pueblo con apenas un año, pero me mandaban los verano a casa de mis tías para descargar a mi madre de mis traveuras. Este verano, depués de muchos años he vuelto para enseñarle a mi hija mi pueblo, la casa de mis biabuelos (Clotilde y Gervasio, ya derruida y con poco que ens eñar) y antes de entrar en la calle Alegre, lo primero que veo es la caa de tía Bene y le cuento a mi hija cuanto recuerdo tengo de ese lugar y la tristeza que me produjo la muerte de Tio Primi, pues yo me encontraba allí por entonces y aunque era muy pequeña, el afecto le tenía muy grande.
Tía Bene fuite muy valiente, un beso grandísimo. Hoy la vida ha querido que por casualidad os encontrara. Un bao a todos.
Tía Bene fuite muy valiente, un beso grandísimo. Hoy la vida ha querido que por casualidad os encontrara. Un bao a todos.