Los balcones de hierro forjado de casa de tía Encarnación, los hizo mi padre y si no recuerdo mal los de casa de tío Confite tambien.
Os voy a contar una historia.
Cuando la guerra civil, entraron los nacionales (primero habían entrado los rojos) salió tía Encarnación toda asustada, la dijeron: ¡salude usted! y la pobre que no sabía quienes eran les contestó: pero que brazo hay que levantar el derecho o el izquierdo. ¿Como aquellos desalmados tenían corazón para matar a gente que no sabía nada ... (ver texto completo)
Os voy a contar una historia.
Cuando la guerra civil, entraron los nacionales (primero habían entrado los rojos) salió tía Encarnación toda asustada, la dijeron: ¡salude usted! y la pobre que no sabía quienes eran les contestó: pero que brazo hay que levantar el derecho o el izquierdo. ¿Como aquellos desalmados tenían corazón para matar a gente que no sabía nada ... (ver texto completo)