En esa casa vivía tío Juan. Este hombre estaba invalido se desplazaba siempre con dos cayados que nosotros llamábamos (garrotas)
Se sentaba en los poyos de la plaza, y cuando pasaba un niño/a le preguntaba, siempre: ¿Quieres un pajarillo? todos decíamos que si y el respondía, mañana, mañana. No nos dábamos cuenta que el era imposible que pudiera cojer un pájaro
Se sentaba en los poyos de la plaza, y cuando pasaba un niño/a le preguntaba, siempre: ¿Quieres un pajarillo? todos decíamos que si y el respondía, mañana, mañana. No nos dábamos cuenta que el era imposible que pudiera cojer un pájaro