A la entrada de la garganta, a tavés del
camino que nos lleva a los Regaores, está este desfiladero. En
invierno, o en
Primavera, cuando la garganta rebosa de
agua es un lujo de disfrutar de estas vistas, viendo como el agua, literalmente "" RUEDA "" por este precipicio o desnivel de unos 40 o 50 metros. El ruido que provoca el agua es alucinante. Al fondo del mismo, más abajo, se encuentra el charco de La Culebra con una especie de
gruta o
cueva en su interior.